El PRO dejó de existir en Mercedes. Ganó Borocotó

Ganó Borocotó. En Mercedes, como en tantos otros rincones del país, la vieja pregunta vuelve a instalarse: ¿de quién es la banca? ¿Del partido? ¿Del concejal? ¿Del votante? La figura de Eduardo Lorenzo Borocotó, aquel médico electo por el PRO en 2005 que saltó al kirchnerismo antes de asumir, se convirtió en sinónimo de una práctica que erosiona la representatividad y desdibuja la política de partidos.
El último capítulo de esa lógica se vivió esta semana en Mercedes. Evangelina Cabral, única concejal que hasta ahora representaba al PRO en el Concejo Deliberante, anunció su pase a La Libertad Avanza. Lo hizo apenas un mes después de que sus compañeros de bancada, Gustavo Mangoni y Marcela Munarriz, tomaran el mismo camino. Con su decisión, el PRO se quedó sin representación institucional en la ciudad. Desapareció del recinto sin que medie una nueva elección.

Puede Interesarte:
El mensaje de Zubeldía que busca marcar distancia de la política tradicional
El caso local no es el de un salto inmediato tras los comicios, sino el de un éxodo en pleno ejercicio del mandato, a pocos meses de una nueva contienda electoral, prevista para septiembre. Pero el efecto sobre la democracia representativa es similar: el votante que eligió una lista, una sigla y un marco ideológico ve cómo esa decisión se evapora con el tiempo.
Podrá decirse que los concejales encontraron nuevas convicciones, que el PRO local se vació de contenido o que La Libertad Avanza expresa mejor sus ideas. Pero incluso si esas razones fueran sinceras, hay una responsabilidad política y moral con quienes los eligieron. Porque votar no es firmar un cheque en blanco: es asumir un contrato de representación que no debería romperse tan fácilmente.
El sistema argentino no impide estos pases: no hay mandato imperativo, y la banca “pertenece” al individuo. Pero hay algo que la legalidad no resuelve y que la ética política debería considerar: ¿cómo se reconstruye la confianza en los partidos si se convierten en meras plataformas electorales? ¿Qué sentido tiene debatir ideas si las bancas se negocian como acciones?
En Mercedes, el bloque libertario se fortalece con bancas ganadas por otro espacio. El PRO se diluye sin ruido. Y los ciudadanos que alguna vez confiaron en esa propuesta política, hoy no tienen a nadie que los represente en el recinto.
¿Y La Libertad Avanza? ¿Le suma o le resta reproducir un método que históricamente ha sido criticado como parte de la vieja política? ¿No era justamente eso lo que venía a cambiar?
Ganó Borocotó. Perdimos todos.
Tu apoyo hace la diferencia
Si valorás nuestro trabajo, sumate a quienes apoyan el periodismo independiente.
Tu aporte nos permite seguir informando con compromiso y rigor.
Tu apoyo hace la diferencia
Si valorás nuestro trabajo, sumate a quienes apoyan el periodismo independiente.
Tu aporte nos permite seguir informando con compromiso y rigor.

Seguinos y no te pierdas de nada