La goma de mascar ayuda a la memoria

Durante décadas se ha considerado a la goma de mascar como un producto perjudicial y de mal gusto en reuniones sociales, pero la crítica negativa a esta costumbre podría cambiar drásticamente después de un estudio británico que comprobó que este hábito conseguiría que la gente fuera más inteligente y recordara con mayor facilidad.
La investigación fue realizado por la Universidad de Northumbria y la Unidad de Investigaciones Cognoscitivas en Reading, Gran Bretaña.

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Andrew Scholey, de la unidad de neurociencia cognoscitiva humana de la Universidad de Northumbria y encargado de la investigación, presentó los hallazgos el miércoles en la conferencia anual de la Sociedad Psicológica de Gran Bretaña, en Blackpool.
El estudio reveló que la goma de mascar tiene un efecto positivo para el proceso de pensamiento y para la memoria.
“Las personas recordaron más palabras y obtuvieron mejores resultados en las pruebas de memoria”, dijo Scholey.

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“Los resultados fueron muy claros y hallamos específicamente, que la memoria es el objetivo de la goma de mascar”, dijo el especialista.
No hay diferencias entre las gomas de mascar o los chicles. La clave es el movimiento repetitivo de la masticación.
El investigador dijo que el mejor desempeño en las pruebas de memoria podría atribuirse a un aumento en la frecuencia cardíaca junto con un incremento en la insulina que llega a los receptores del cerebro.

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Los experimentos incluyeron a 75 personas divididas en grupos de no masticadores, mascadores reales y masticadores “simulados”.
Antes de someterse a la prueba de 25 minutos, los dos grupos de mascadores pasaron tres minutos realizando los movimientos bucales con su goma de mascar real o imaginaria.
Scholey manifestó que las pruebas incluían preguntas relacionadas con la memoria a corto plazo, como recordar palabras e imágenes, y la denominada memoria de trabajo, por ejemplo, la capacidad para retener el número telefónico de una persona.
Asimismo, agregó que la frecuencia cardíaca de los masticadores reales, después de las pruebas, fue tres latidos por minuto más rápida que la de los no mascadores, y 1,5 latidos más rápida que la de los mascadores fingidos.
“Creemos que el aumento moderado en la frecuencia cardíaca puede mejorar el suministro de oxígeno y glucosa al cerebro, lo que es suficiente para mejorar la función cognoscitiva”, dijo Scholey.
Scholey agregó que la otra posibilidad es que la masticación pueda inducir un aumento en la producción de insulina debido a la salivación como anticipación de una comida.
“Se sabe que hay receptores de insulina en áreas del cerebro que son importantes para el aprendizaje y la memoria”, explicó.
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