Un informe elaborado por KPMG Argentina ha puesto de manifiesto la crítica situación tributaria que enfrentan las empresas nacionales. La investigación, realizada entre más de 100 directores financieros y especialistas impositivos, evidencia los obstáculos que el actual sistema fiscal representa para el desarrollo económico del país.

El impuesto sobre Ingresos Brutos emerge como el principal escollo para la actividad empresarial. Más de la mitad de los encuestados - exactamente 54,37% - lo señaló como el tributo que más encarece los precios de bienes y servicios, superando ampliamente a otros gravámenes como el impuesto a las Ganancias.

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La presión fiscal ha generado consecuencias significativas en la estrategia empresarial. Un tercio de las empresas consultadas ha optado por no comercializar en determinadas provincias debido a la excesiva carga tributaria, un porcentaje que se ha incrementado considerablemente respecto al año anterior.

Fernando Quiroga Lafargue, socio de Impuestos Corporativos de KPMG, advirtió sobre la necesidad de una reforma estructural que aborde la readecuación de este tributo y la compleja superposición de regímenes de recaudación provinciales.

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El estudio reveló además que un 82% de las empresas acumula saldos a favor en Ingresos Brutos, situación que genera una inmovilización de capital que perjudica directamente su operatividad. Las provincias de Buenos Aires, Misiones, Ciudad de Buenos Aires y Tucumán concentran la mayor presión fiscal, impactando negativamente en la rentabilidad y las decisiones de inversión.

Las perspectivas para 2025 muestran un panorama moderadamente esperanzador. Un 66% de los encuestados anticipa que la presión fiscal se mantendrá en niveles similares, mientras que un 19% espera una reducción. La revisión del impuesto sobre Ingresos Brutos fue identificada como la medida más valorada para facilitar la inversión y mejorar la competitividad económica.