El fallido “ascenso de clase” de Nancy Pazos: quiso pasar a primera y el azafato le bajó la escalera social en un segundo

Nancy Pazos protagonizó una escena breve, pero perfecta para el sarcasmo nacional: un “ascenso de clase” que no prosperó, ni en sentido aéreo ni en el simbólico. El hecho ocurrió durante un vuelo rumbo a Posadas, donde la conductora, ya en su ubicación asignada, decidió que merecía viajar adelante. Fue entonces cuando le solicitó al personal de Aerolíneas Argentinas el esperado salto de cabina. La respuesta no sólo fue negativa, sino fulminante. De primera, ni noticias.

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Según reconstruyó Pepe Ochoa en LAM, la periodista pidió su traslado con determinación, como si el cambio fuera una formalidad destinada a concretarse. Pero la realidad tuvo menos paciencia que su ego: el tripulante a cargo le recordó que no era posible y le marcó el límite con una frase que ya circula como eslogan de la anécdota. “No pasarás”, dicen que dijo, con la amabilidad justa y la firmeza necesaria.

El intento frustrado alimentó comentarios en redes y dejó expuesta una escena conocida: la expectativa de trato preferencial, la incomodidad ante la negativa y el latiguillo moral que sobrevuela cada vez que una figura pública quiere “colarse” en la fila de los privilegios. Esta vez, la escalera mecánica hacia el sector premium estaba apagada.

Por ahora, Pazos no dio su versión, pero el episodio ya funciona por sí solo. A veces, la realidad ofrece su propio guion: nadie asciende de clase mostrando sólo voluntad, ni en la vida ni en el avión. Mucho menos sin pasaje.