La UNLu abre puertas al conocimiento: cómo ingresar a la universidad sin título secundario

La Universidad Nacional de Luján (UNLu) ha anunciado la apertura de inscripciones para su Cohorte 2026, dirigida específicamente a personas mayores de 25 años que no hayan completado sus estudios secundarios. Este proceso de admisión especial estará vigente desde el 15 de abril hasta el 29 de agosto, ofreciendo una oportunidad invaluable para quienes desean acceder a la educación superior pese a no contar con el requisito tradicional del título secundario.

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Esta iniciativa no es reciente en la historia de la UNLu, sino que forma parte de su identidad institucional desde su fundación. La universidad fue pionera en contemplar esta modalidad de ingreso, anticipándose incluso a lo que posteriormente quedó establecido en la Ley de Educación Superior Nº 24.521, que habilitó formalmente esta vía de acceso universitario en todo el país.

Para poder aplicar a esta modalidad de ingreso, los interesados deben cumplir con requisitos específicos. En primer lugar, es fundamental tener 25 años cumplidos antes de la fecha de los exámenes, que se realizarán en diciembre del presente año. Adicionalmente, deberán formalizar su inscripción de manera presencial en cualquiera de las sedes de la universidad, presentando la documentación requerida que incluye la planilla de inscripción completa, copia y original del DNI para su verificación, así como el título primario completo o constancia de nivel medio incompleto.

El proceso evaluativo consta de dos exámenes que podrán rendirse tanto en la sede Luján como en San Miguel. Para facilitar la preparación de los aspirantes, aunque no de manera obligatoria, la universidad ofrece talleres orientativos previos a las evaluaciones. Estos espacios formativos buscan nivelar conocimientos y brindar herramientas para afrontar con mayor confianza el desafío académico.

Con el propósito de mejorar tanto el ingreso como la permanencia de este segmento poblacional en el ámbito universitario, la Secretaría Académica de la UNLu creó el “Programa Institucional de Atención al Ingreso de Mayores de 25 años sin estudios secundarios completos”. Este programa no se limita únicamente al proceso de admisión, sino que contempla un acompañamiento integral a través de tres ejes fundamentales.

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El primer componente consiste en espacios de información universitaria e iniciación a la vida académica, donde los aspirantes pueden familiarizarse con el funcionamiento, normas y cultura institucional. El segundo eje comprende talleres orientativos en áreas claves como prácticas del lenguaje y resolución de problemas, fundamentales para el desarrollo académico en cualquier disciplina. Finalmente, el programa incluye instancias de seguimiento y evaluación de los ingresantes, garantizando un apoyo continuo durante su trayectoria universitaria.

Cabe destacar que algunas carreras tienen requisitos adicionales específicos. Quienes aspiren a la Licenciatura en Enfermería deberán presentar el carnet de vacunación o libreta sanitaria, mientras que para el Profesorado en Educación Física será necesario adjuntar un certificado médico de aptitud física.

Esta modalidad de ingreso representa una importante política de inclusión educativa, reconociendo que muchas personas interrumpieron su educación formal por diversas circunstancias socioeconómicas, pero poseen capacidades, experiencia y conocimientos que les permiten afrontar estudios superiores. La UNLu, fiel a su compromiso social, continúa así derribando barreras en el acceso al conocimiento.

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Los interesados en obtener información más detallada sobre el proceso de inscripción, contenidos de los exámenes o fechas específicas de los talleres preparatorios, pueden consultar la página web oficial de la Dirección de Ingreso y Permanencia de la Universidad Nacional de Luján, donde encontrarán toda la documentación necesaria y los contactos para resolver cualquier inquietud adicional.

Esta iniciativa de la UNLu constituye un valioso ejemplo de cómo las instituciones educativas pueden contribuir a la democratización del acceso al conocimiento, reconociendo trayectorias de vida diversas y valorando el aprendizaje adquirido por vías no formales.