Fondos fiduciarios públicos: ¿Una herramienta legítima o un curro?
En Argentina, los fondos fiduciarios públicos han sido parte integral de la gestión financiera durante décadas, destinados originalmente para obras y proyectos de infraestructura. Sin embargo, su opacidad en la gestión y falta de regulación han suscitado preocupaciones sobre su verdadero propósito y utilización.
A menudo, se cuestiona si estos fondos son una herramienta legítima de financiamiento público o si, en cambio, encubren prácticas irregulares y opacas, un “curro” en términos vernáculos argentinos. La falta de claridad en la asignación y control de estos recursos ha alimentado estas dudas, especialmente en un contexto político donde la transparencia y la rendición de cuentas son temas de gran relevancia.
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Para muchos, la clave radica en la necesidad de una ley específica que regule de manera clara y transparente el funcionamiento de los fondos fiduciarios públicos, estableciendo mecanismos efectivos de control y rendición de cuentas. Solo así se podrá disipar la incertidumbre y garantizar que estos fondos se utilicen de manera adecuada y en beneficio del interés público.
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