La jornada festiva del corso en Haedo se transformó en un escenario de violencia cuando dos grupos de jóvenes iniciaron una brutal pelea cerca de un establecimiento comercial, desencadenando una cadena de acciones delictivas que rápidamente se salieron de control. Los acontecimientos comenzaron con un enfrentamiento físico que escaló hasta convertirse en un caos generalizado.

El kiosco ubicado en la zona fue el epicentro inicial de los disturbios. La vidriera del comercio quedó completamente destruida después de que los involucrados arrojaran una mesa contra el local. Su propietario, quien intentó defender su negocio, resultó agredido, al igual que el hijo de otro comerciante del sector.

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La situación se agravó cuando diversos sujetos aprovecharon la confusión para cometer diversos delitos. Testigos relataron que algunos individuos sustrajeron mercadería del kiosco, robaron dispositivos móviles a transeúntes y provocaron destrozos en un establecimiento de comidas rápidas cercano.

Las autoridades policiales tomaron conocimiento de los hechos después que los videos de los incidentes circularan por diferentes plataformas digitales. A pesar de que el dueño del kiosco no presentó una denuncia formal, las autoridades iniciaron una investigación de oficio por los actos de vandalismo.

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La Cámara de Comercio de Haedo emitió un comunicado público rechazando enérgicamente los acontecimientos. “Los espacios de celebración comunitaria deben ser momentos de alegría, no escenarios de delincuencia”, manifestaron en un comunicado que refleja la preocupación del sector comercial.

Las autoridades municipales ya evalúan implementar medidas adicionales de seguridad para próximos eventos y están revisando las habilitaciones de los corsos barriales, con el objetivo de prevenir futuros incidentes que pongan en riesgo la integridad de los vecinos y comerciantes.