De acuerdo a medios periodísticos , el gobernador mantuvo al menos un par de contactos telefónicos con el presidente Néstor Kirchner. El Gobierno comprometió su respaldo al gobernador bonaerense, Felipe Solá, ante la crisis de inseguridad que castiga al conurbano, y le propuso la implementación de una “política de Estado de seguridad metropolitana”, que será diagramada en forma conjunta.
La decisión fue consensuada anoche en una extensa reunión en la Casa Rosada, en la que el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, recibió a Solá y en la que se analizó la delicada situación del área.
El nuevo plan se desarrollará sobre tres ejes fundamentales: reformas legislativas, operativas y estructurales. Con ese fin, durante el cónclave, Fernández mantuvo más de un contacto telefónico con Gustavo Beliz, ministro de Justicia.
Beliz trabaja desde hace tiempo en un proyecto de cambios en materia de seguridad que contempla varios de los puntos conversados anoche. En materia legislativa, se estudiará el posible endurecimiento de penas, especialmente para los responsables de secuestros extorsivos.

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La decisión más profunda, y al mismo tiempo de más incierta concreción, tiene que ver con la creación de una fuerza de seguridad metropolitana con jurisdicción en la Ciudad y el Gran Buenos Aires. “Pero no es nada sencillo llevar adelante esto. Debemos ver cuál será el rol que ocuparán las actuales policías, el presupuesto...”, señaló una fuente gubernamental. Esta iniciativa, varias veces mencionada en los últimos años, genera rechazos tanto en la Policía Federal como en la de la provincia de Buenos Aires.
Esta “política de Estado” implicaría, además, cambios en la estructura de gobierno provincial. A la anunciada modificación de ministerios podría sumarse la unificación de las áreas de Justicia y Seguridad, aunque cerca del gobernador Solá descartaron la medida por ahora.