Un taxista mendocino fue asaltado e inyectado con sangre en el cuello por un grupo de delincuentes. “Ahora te vas a empezar a pudrir. Te vas a morir podrido”, le advirtieron después de robarlo

Pedro Gastón Gómez, el taxista de 25 años, espera ahora los resultados de los análisis para determinar si la sustancia inyectada está contaminada con algún virus mortal.

“Lógicamente está con mucho miedo y preocupación. Tiene temor que realmente le hayan inyectado algo malo. Imagínese que tiene tres hijos y todo lo hacía para su familia”, dijo al diario Los Andes su madre Dora de Gómez.

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“Él les dio toda la plata y les dijo que si querían que se llevara el auto, pero no, antes de irse lo pincharon con la jeringa”, reveló.

La policía busca a los dos malvivientes, que tendrían entre 28 y 30 años.

Sobre el mediodía regresa a su casa para almorzar con sus hijos y después vuelve a la calle.

Cerca de las ocho de la noche del jueves, Gastón iba por calle Lavalle de ciudad y lo detuvo un hombre joven que se subió en el asiento trasero.

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“Vamos a la otra cuadra que está un amigo y tenemos que cargar algunas cosas”, le dijo el pasajero.

Uno de los delincuentes lo tomó por la espalda, le cruzó el brazo por el cuello y lo amenazó: “no te muevas porque te pincho”.

Después le pegaron, lo empujaron y lo pincharon dos veces. En el segundo puntazo le inocularon la sangre.“Ahora te vas a empezar a pudrir. Te vas a morir podrido”, le dijo el asaltante, que luego se dio a la fuga con su cómplice con los 180 pesos.