LA NOCHE DE LOS LAPICES - A 26 AÑOS DE UNA DE LAS MARCAS DE LA DICTADURA

El reclamo del boleto escolar era una vieja consigna de todo el movimiento estudiantil. El 13 de septiembre del '75, los alumnos del Normal 3 de La Plata festejaban la conquista del BES (Boleto Estudiantil Secundario). Después del golpe militar del 24 de marzo del '76, comenzó la cacería de sus dirigentes a manos de los grupos de tareas.
El 16 de septiembre de ese año, ya detectados los líderes del reclamo, se produjeron las desapariciones de los estudiantes: Francisco López Muntaner, de 16 años, estudiaba Bellas Artes; Claudio de Acha, de 17, del Colegio Nacional; Horacio Ungaro, de 17 y Daniel Racero, 18, de la Escuela Normal Nº 3; María Clara Ciocchini, 18 y María Claudia Falcone, de apenas 16 años, de la Facultad de Bellas Artes. Cinco días después, el 21 de septiembre, fue secuestrado Pablo Díaz. El único sobreviviente de la Noche de los Lápices.

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El testimonio de Pablo Díaz ante la Cámara Federal de La Plata probó que en el campo de concentración conocido como Campo de Arana, ubicado a pocos kilómetros del centro platense, había una maternidad. Ni las madres que allí se encontraban secuestradas, ni sus hijos volvieron a aparecer con vida. Durante ese juicio se demostró que las desapariciones de la Noche de los Lápices habían sido parte de una maniobra cuidadosamente analizada por el Batallón de Inteligencia 601 y la entonces temible Policía Bonaerense. A las cabezas de esas áreas se encontraban Carlos Alberto Roque Tepedino y Miguel Osvaldo Etchecolatz, respectivamente
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