La contaminación causada por el incendio de Londres puede llegar a España
"No queremos correr el riesgo de añadir una tragedia humana al desastre medioambiental”, apuntó Roy Wilsher, el jefe de bomberos del condado de Hertfordshire, para explicar el parón de sus labores. Añadió que sólo es un “revés temporal” en la lucha contra las llamas y que esperababan sofocar el incendio en la madrugada de hoy.
Los bomberos ya han extinguido las llamas en doce de los veinte tanques que ardían desde el domingo. Cada uno contiene unos 13 millones de litros de combustible -gasolina y queroseno-, que llena 400 camiones cisterna cada día. En las operaciones de extinción se han utilizado 32.000 litros de agua por minuto -procedentes de un lago cercano- mezclados con 250.000 litros de espuma, lo que definió como una “manta de espuma”.
Wilsher resaltó las duras condiciones en las que están trabajando sus hombres. De hecho se trata del mayor fuego al que se enfrenta el Reino Unido desde los bombardeos nazis durante la Segunda Guerra Mundial y la mayor explosión que se ha registrado nunca en Europa. La deflagración se pudo escuchar en países como Holanda y Francia y fue equivalente a un terremoto de magnitud 2,4.
Mientras, una columna de humo negro, compuesta por gases y hollín, que se eleva a más de tres kilómetros de altura, sigue cubriendo una enorme extensión del suroeste de Inglaterra y ya ha llegado a Francia y amenaza con alcanzar incluso a España.
Aunque el humo no es extremadamente tóxico y no hay alarma sanitaria, irrita los ojos y puede causar náuseas. “Respirarlo es similar a fumarse 400 cigarros”, señalaba un diario británico. Según los servicios meteorológicos franceses, una parte de las partículas, aunque mucho más atenuadas, llegaron ayer a Bretaña y podrían extenderse hacia el País Vasco francés e incluso a la costa cantábrica española, antes de disolverse en el Atlántico.
De momento unas 2.000 personas continuaban ayer sin poder regresar a sus hogares, se han suspendido las clases en casi 200 escuelas, se han cerrado todas las empresas de Hemel Hempstead y Watford y se ha pedido que los niños no salgan a la calle hasta nuevo aviso. La autopista M1, una de las arterias principales de acceso a Londres, volvió a cerrarse tras unas horas abierta. Otro temor surgido en las últimas horas es la posibilidad de que se produzca una lluvia ácida, que contamine el agua y los cultivos de Hertfordshire.
Los daños provocados por el incendio tendrán un coste de 50 a 100 millones de dólares para las compañías de seguros. Los expertos señalaron que puede que nunca se lleguen a conocer los motivos que desataron las explosiones, ya que el fuego está destruyendo las pistas.
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