Hay quienes aseguran haber encontrado el Arca de Noe

El estudioso italiano Angelo Palego presentó en el centro Ceshe de Monmartre los resultados de su última expedición a Turquía, concluida a principios de setiembre. Palego, de 66 años, apasionado estudioso de la Biblia y testigo de Jehová, abandonó en 1984 su profesión de ingeniero para dedicarse a la misión de su vida: hallar los míticos restos del arca que salvó del Diluvio Universal al célebre patriarca bíblico. En base a las investigaciones de Palego, los restos de la embarcación son visibles a simple vista bajo una espesa capa de hielo.

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“El Génesis dice que, al llegar a este lugar, Noé se asomó por la única ventana del Arca y contempló la cima de dos montañas —explica Palego—. En un radio de 300 kilómetros, se trataba del Gran y del Pequeño Ararat (5.165 y 3.925 metros respectivamente, ambos de origen volcánico), distantes once kilómetros entre sí.” Por lo tanto, Noé debía detenerse en un punto del Gran Ararat, desde donde vislumbró la cima, junto con la veta del segundo monte más pequeño.

“Mediante un cálculo matemático, pudo establecer el lugar exacto en una enorme plataforma (del tamaño de 16 estadios de fútbol), a 4.800 metros sobre el Gran Ararat”, dijo el estudioso.