Escándalo en Tucumán: policías llevaban presos a trabajar como albañiles en la casa de un jefe

Una grave denuncia sacude a la Policía de Tucumán: varios efectivos están acusados de sacar presos de una comisaría para utilizarlos como mano de obra en la casa de veraneo de un alto mando policial. El hecho fue descubierto tras una serie de denuncias anónimas y derivó en la detención de cuatro agentes, además del desplazamiento de la cúpula de la Unidad Regional Norte.

De acuerdo con la investigación judicial, los detenidos eran trasladados en patrulleros hasta el domicilio donde se realizaban las obras, y permanecían allí durante varias horas trabajando bajo custodia. Lo insólito es que los mismos policías encargados de vigilarlos también participaban de las tareas de albañilería, pese a que deberían encontrarse cumpliendo funciones operativas o administrativas.

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Los presos involucrados estaban alojados en los calabozos de la Unidad Regional Norte y cumplían condenas por delitos sexuales, a pesar de que la Corte Suprema de Justicia de Tucumán había dispuesto que todos los penados debían permanecer en cárceles provinciales, no en dependencias policiales.

El caso provocó una fuerte reacción institucional. “Se trata de una falta gravísima y los responsables deberán rendir cuentas ante la Justicia. Vamos a llevar adelante una depuración en la fuerza: quienes cometan delitos serán apartados de la Policía”, declaró el jefe de Policía, Joaquín Girvau, tras confirmarse los primeros arrestos.

La investigación continúa bajo la órbita del Ministerio Público Fiscal, que busca determinar el grado de participación de los oficiales implicados y si hubo otros miembros de la fuerza que conocían o consintieron la maniobra. En tanto, la vivienda donde se realizaban los trabajos quedó bajo resguardo judicial, mientras el episodio reaviva el debate sobre los límites del poder policial y el control interno de las fuerzas de seguridad.