Vivalto da Camera: atractivo programa de música de cámara en el Centro de Egresados del Nacional

Las intérpretes, que se formaron y ejercen la docencia en La Plata, han creado en 2018 esta formación camarística, que difunde música que en muchos casos no escuchamos con la frecuencia que sería deseable.

Precisamente el programa que el dúo va a ofrecer en este concierto es una clara muestra de la esa labor. La primera parte está casi enteramente dedicada a los nocturnos, una forma clásica del período romántico, y se inicia con una obra del primer compositor que diera a esta forma su denominación, el irlandés John Field, contemporáneo de Beethoven y elogiado por Haydn, su nocturno número 6 en la menor, “Cradle Song” (Canción de cuna) compuesto en 1817.

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Le sigue el Nocturno número 9, opus 2 de Fréderic Chopin, uno de los más conocidos de este maestro del género. Luego una pieza de Lili Boulanger, brillante compositora de principios del siglo XX que vivió sólo 24 años y era miembro de una célebre familia de músicos, hermana de la notable pedagoga Nadia, formadora grandes intérpretes y compositores.

Continúa con “La noche”, un dúo no tan escuchado de Astor Piazzolla, y se cierra con “Notturno Funebre”, del compositor francés contemporáneo Nicolás Bacri (nacido en 1961), obra publicada al comenzar el presente siglo XXI.

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La segunda parte del programa incluye dos obras de finales del siglo XIX y comienzos del siglo XX. La primera pertenece a Aleksandr Glazunov, uno de los cinco grandes de la música clásica rusa, alumno de otros dos, Balakirev y Rimsky-Korsakov, cuando todavía era un niño prodigio. Glazunov compuso esta Elegie en 1893, cuando aún no había llegado a los 30 años y ya era un autor de prestigio. En ese tiempo no había mucha escritura original para viola y piano, lo que contribuyó a su inmediata aceptación. La segunda es la Fantasia en Fa mayor opus 54 del prolífico compositor británico York Bowen, cuya labor abarcó más de 50 años hasta su muerte en 1961. La Fantsaia compuesta para viola y piano se estrenó en el Wigmore Hall de Londres en diciembre de 1918, luego obtener un premio por esta composición en un movimiento único. Bowen la escribió para el violista Lionel Tertis, pero no pudo acompañarlo en el estreno porque estaba enfermo, y el pianista Samuel Liddle tuvo que reemplazarlo en la exitosa presentación.

Un concierto muy prometedor dentro de este ciclo que viene presentando una programación de primer nivel muy accesible al público de Mercedes, y que vale la pena acompañar y sostener.

G.C.