Se viene la dolarización ?
Para él, la medida -que no debe respetar la paridad 1 a 1- puede ayudar a la Argentina a salir de la crisis y recuperar la confianza de la población, muy golpeada luego del colapso de la Ley de Convertibilidad y de la quiebra de los contratos (inseguridad jurídica).
“En general, estoy en contra de la dolarización. La mejor solución, en circunstancias políticas más calmas, sería adoptar una moneda común para el Mercosur”, afirmó Sachs.
Puede Interesarte:
Polémica por formulario escolar que indaga sobre identidad de género en niños de 3 años
“Pero la dolarización es el paso correcto ahora para la Argentina”, agregó.
Sachs es muy escéptico sobre el futuro argentino, en caso de no adoptar “cualquier ancla para los precios, de la tasa de cambio y de la política monetaria”.
“Mantener una política monetaria apretada pero sin un ancla creíble resultará imposible o muy costosa para la economía real. Además, sin credibilidad los bancos no reiniciarán, en el corto plazo, sus operatorias apropiadas”, dijo Sachs.
Puede Interesarte:
Producen mobiliario infantil en talleres municipales de Mercedes
Director del Centro de Desarrollo Internacional de la Universidad de Harvard, Sachs destaca que la Argentina necesita de varias medidas adicionales a la dolarización, para superar su crisis.
Él destaca, por ejemplo, la importancia de un paquete internacional de ayuda financiera que permita crear una especie de seguro de depósitos, con el objetivo de reestablecer la confianza en los bancos.
También es fundamental alcanzar un presupuesto moderado, no muy restrictivo -porque aumentaría la recesión- pero que imponga límites necesarios al gasto público.
Puede Interesarte:
Autoridades municipales refutan informe sobre arsénico en el agua de Mercedes
Para Sachs, aún es posible que USA decida pagarle a la Argentina parte del costo del señoraje que la Argentina perdería con la dolarización (señoraje es el rendimiento proporcionada por la emisión de moneda que, al abandonar el peso, pasaría a USA).
“Con ese aporte de USA, los costos directos de la dolarización no serían tan elevados”, dijo Sachs.
El economista dijo que el mayor problema de la Argentina, en el corto plazo, es la pérdida de confianza de la población y el colapso de los derechos de propiedad por la quiebra de la seguridad jurídica implícita en la Ley de Convertibilidad.
En el largo plazo, el gran drama es otro: la falta de dinamismo tecnológico de la economía argentina: “La Argentina falló al no invertir adecuadamente en ciencia, investigación y desarrollo, y ahora su economía real no tiene el dinamismo que necesita”.
El regreso a una paridad fija o “currency board”, que estuvo vigente en la Argentina por más de 10 años, es mal vista por Sachs, hoy también asesor del secretario general de la ONU, Kofi Annan.
“La paridad fija tiene un elevado costo en términos de dolarización, que es la rigidez, y no tiene beneficio alguno para terminar con la especulación contra la moneda local”, dijo Sachs.
“El sistema de paridad fija fue la causa principal de la intesa crisis argentina”.
Sachs también criticó la actuación del FMI en la Argentina, “por la falta de imaginación y falta de diagnóstico adecuado”.
Para Sachs, el FMI ve “todo a través del lente fiscal y es un error”.
De acuerdo a él, la recesión iniciada en 1999 fue la causa real de la desmejora fiscal, especialmente cuando los intereses comenzaron a subir a causa de la expectativa de desvalorización de la moneda, lo que se reflejó en una menor recaudación impositiva.
Sin embargo, a pesar de resultar un feroz crítico del FMI, Sachs dice que los grandes errores fueron cometidos por la Argentina y mantener el “currency board” hasta el colapso final, fue el mayor de ellos.
Sachs elogió el modelo de tipo de cambio flotante de Brasil, “que hizo mejor escuela que la Argentina. El Banco Central viene trabajando bien desde la desvalorización del real, en 1999”.
Sachs dijo que la devaluación argentina fue diferente a la brasileña. “En la Argentina, durante 10 años, el gobierno prometió que la paridad del peso contra el dólar, no sería alterada. Era algo que estaba escrito en la ley, era el mayor compromiso político del país. Fue por eso que los argentinos se han sentido más traicionados por el gobierno que los brasileños en 1999. Además, el corralito fue un acto desesperado y equivocado. El gobierno argentino se encuentra cambiando las leyes y los contratos todo el tiempo. No hay estabilidad en los derechos de propiedad. En ese contexto, no es sorprendente que falta la confianza en la moneda propia, que la fuga al dólar continúe, más allá de las oscilaciones periódicas. Y el semicongelamiento de los depósitos contribuyó a la caída de la economía, una vez que la recaudación de impuestos comenzó a caer, llevando mayor presión sobre la emisión de dinero”.
Otra frase de Sachs: “En la Argentina, la hiperinflación es un riesgo. Si los analistas en Washington DC y en otros lugares creen que es un riego, ¿por qué los argentinos no creerían que es un riesgo? Y si ellos creen que es un riesgo, provocarán una espiral sobre la moneda, en una suerte de profecía autocumplida. Pero yo aún creo que la hiperinflación es improbable, especialmente si el FMI y los países acreedores reflexionan de un modo más realista sobre los problemas de la Argentina
Sigue las noticias de MercedesYA en Whatsapp