La región central de Argentina se prepara para afrontar un domingo marcado por condiciones meteorológicas adversas. Prácticamente toda la provincia de Buenos Aires se encuentra bajo alerta amarilla por tormentas, situación que responde al ambiente cálido y húmedo que prevalece actualmente, generando condiciones propicias para fenómenos de inestabilidad atmosférica.

Aunque las temperaturas han descendido respecto a las jornadas previas, la elevada humedad ambiental persistirá y se manifestará en forma de precipitaciones. Según los especialistas, no se vislumbra la llegada de ningún frente frío en los próximos siete días, por lo que este patrón de tormentas podría extenderse durante toda la semana.

Puede Interesarte:

Intento fallido de robo en Oveja Negra dejó destrozos

La situación reviste mayor gravedad en algunas zonas donde la alerta se ha elevado a nivel naranja, indicando la posibilidad de tormentas severas con acumulados significativos. En la región de Cuyo, caracterizada por su geografía más compleja, se prevén precipitaciones que podrían acumular entre 50 y 80 milímetros, acompañadas por ráfagas de viento que alcanzarían los 80 kilómetros por hora.

La provincia de Córdoba enfrenta un panorama aún más complicado, con pronósticos que estiman acumulados pluviales de entre 70 y 100 milímetros, mientras que las ráfagas podrían intensificarse hasta los 90 kilómetros por hora, incrementando el riesgo de incidentes.

Puede Interesarte:

Estudiante de 15 años llevó un arma policial a la escuela: docentes actuaron de inmediato

También se ha emitido alerta amarilla para el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), Rosario y La Plata, donde se anticipa que las precipitaciones oscilarán entre 30 y 60 milímetros, con vientos que podrían alcanzar velocidades de 60 kilómetros por hora.

Las autoridades recomiendan a la población tomar precauciones, especialmente en zonas propensas a anegamientos, evitar cruzar cauces de agua y mantenerse informado sobre la evolución de las condiciones meteorológicas durante las próximas horas, ya que la situación podría variar rápidamente en función del desarrollo de los sistemas tormentosos.