Una vecina se encontró con una situación desconcertante al visitar el cementerio local el pasado domingo 11 de agosto. Andrea Zunino, quien regularmente acude a rendir homenaje a sus abuelos maternos, José María y Rosa, quedó atónita al descubrir que el nicho municipal donde reposaban sus restos se encontraba completamente vacío.

Ante esta sorpresiva situación, Zunino se dirigió a la administración del cementerio dos días después en busca de respuestas. Los empleados, aunque solícitos, no pudieron proporcionar una explicación inmediata. Tras una exhaustiva búsqueda en los registros, se encontraron con información contradictoria: mientras un documento indicaba que los restos deberían estar en el nicho asignado, otro sugería que habían sido trasladados al osario en enero de 2023.

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Lo que más preocupa a Zunino es la falta de notificación sobre este presunto traslado. Según afirma, siempre ha mantenido sus datos de contacto actualizados y ha respondido puntualmente a todas las comunicaciones previas relacionadas con el mantenimiento del nicho. “Siempre se me notificó fehacientemente en mi domicilio todo lo relacionado a ese nicho”, declaró la afectada.

La situación ha llevado a Zunino a iniciar un expediente en la municipalidad de Mercedes, argumentando que la exhumación sin consentimiento ni notificación previa podría constituir un delito de profanación. “Acá hay un responsable que dio la orden de la exhumación”, sostiene, exigiendo que se esclarezcan los hechos y se determinen responsabilidades.

Mientras tanto, los empleados del cementerio han prometido continuar la búsqueda en el osario, aunque hasta el momento no han logrado localizar los restos. Esta situación ha generado una profunda angustia en Zunino, quien considera un deber moral encontrar y honrar la memoria de sus abuelos.