La desesperación alimenta las protestas en Cuba
Ciudadanos expresan su descontento por los persistentes cortes de electricidad y la escasez de alimentos, desencadenando una ola de manifestaciones en Santiago de Cuba.
Las calles de Santiago de Cuba se convirtieron en un escenario de descontento en los últimos días, donde la frustración ciudadana se manifestó de manera contundente ante los prolongados cortes de luz y la penuria alimentaria que asola la región. En un país donde las protestas son escasas y raramente toleradas por el régimen, estas manifestaciones han suscitado una escalada diplomática entre Cuba y Estados Unidos.
La segunda urbe más grande de Cuba, Santiago de Cuba, se vio envuelta en una oleada de descontento que reflejaba la angustia de sus habitantes frente a las condiciones de vida cada vez más difíciles. A través de vídeos compartidos en plataformas digitales, se podía percibir a mujeres con sus hijos clamando por “luz y sustento”, poniendo de manifiesto las necesidades más básicas que la población enfrenta día a día.
Los prolongados cortes de energía, que han llegado a extenderse hasta 13 o 14 horas en algunos casos, han sumergido a la población en un estado de desesperación palpable.
La crisis alimentaria también ha alcanzado niveles alarmantes, con la entrega limitada de alimentos subsidiados por parte del gobierno. En medio de este panorama, varios manifestantes han expresado su indignación por la falta de productos esenciales en los establecimientos y la difícil accesibilidad a los mismos.
Las imágenes de las protestas en Santiago se han multiplicado en las redes sociales, mostrando la magnitud del malestar popular. A pesar de la presencia policial en las calles, los manifestantes no se amedrentaron, exigiendo soluciones concretas a sus problemas cotidianos.
La reacción por parte del gobierno cubano no se hizo esperar, con acusaciones dirigidas hacia Estados Unidos por supuestamente instigar estas protestas con “fines desestabilizadores”. El presidente Miguel Díaz-Canel señaló a grupos anticastristas radicados en Estados Unidos como los culpables de la agitación, mientras afirmaba estar dispuesto al diálogo para abordar las preocupaciones de la población.
Sin embargo, las tensiones diplomáticas han ido en aumento con cada declaración. Mientras el gobierno cubano denuncia la supuesta intromisión estadounidense, la embajada de Estados Unidos en Cuba hace un llamado al respeto de los derechos humanos de los manifestantes y al diálogo como el camino para resolver las demandas ciudadanas.
Las protestas continuaron en diferentes puntos incluso durante las horas nocturnas, mostrando la persistencia y determinación de los ciudadanos en la búsqueda de soluciones a sus problemas más apremiantes.
