El amanecer en Mercedes estuvo marcado por precipitaciones de gran intensidad que rápidamente colapsaron el sistema de desagües de la ciudad. Numerosos vecinos comenzaron a reportar situaciones alarmantes en diferentes barrios, desde calles intransitables hasta problemas sanitarios de considerable gravedad.

La preocupación principal radica en el ingreso de aguas servidas a las viviendas, consecuencia directa de las deficientes interconexiones entre el sistema pluvial y la red cloacal. Este problema técnico, lejos de ser nuevo, tiene su origen en medidas provisorias implementadas durante la gestión municipal de Julio César Gioscio, cuando la provincia de Buenos Aires autorizó la creación de bypasses entre ambas redes como solución temporal.

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Lo que debía ser un arreglo transitorio se ha convertido en una problemática estructural que persiste tras más de dos décadas sin resolución definitiva. Con cada lluvia intensa, los mercedinos enfrentan no solo el anegamiento de calles y veredas sino también el reflujo de residuos cloacales hacia el interior de sus hogares, con el consecuente riesgo sanitario.

El temporal ha dejado en evidencia, una vez más, la urgente necesidad de inversiones en infraestructura básica para garantizar el correcto funcionamiento de los servicios esenciales en la ciudad, especialmente considerando que estos problemas se repiten sistemáticamente ante cada evento climático de magnitud.