Google Classroom: así se están adaptando en el mundo para que los niños no pierdan clases

En Madrid, en menos de 48 horas, los colegios se adaptaron al cambio de tener a los niños en las aulas a tenerlos en casa desde que se hizo oficial el cierre de toda la enseñanza por el coronavirus.

Sin niños abarrotados en las fotocopiadoras buscando los módulos que dejan sus profesores, como pudo observarse en la mañana de hoy en Mercedes, España optó por una solución que garantiza el aislamiento recomendado por la pandemia de Covid-19 coronavirus.

La mayoria de los centros de enseñanza trabaja con Google Classroom, mantienen el horario lectivo normal. “Consideramos que no estamos de vacaciones y queremos que los niños profesores sigan su horario desde sus casas”, explican. Así, los niños pueden conectarse a Google Classroom desde las nueve de la mañana, donde encuentran sus tareas para cada asignatura y al profesor conectado en el horario que tendría que impartirla.

A los más pequeños las tareas les llegan en pequeños bloques, todo siempre para terminar en el día. Por su parte, los más mayores tienen que estar conectados a la hora de la asignatura para cumplir con sus tareas, que van mucho más allá del repaso. Y es que ante la situación, el centro está avanzando en nuevos materiales.

Tanto niños como profesores y padres siguen aprendiendo a tele-estudiar, lo que se ha transformado en multitud de anécdotas, desde niños preguntando en el tablón de clase si podían ir a hacer pis hasta padres que han mandado fotos de los pequeños en pijama pero con la sudadera del centro para hacer ver que están en clase.

Para los profesores también ha supuesto un cambio, mucho trabajo y una buena dosis de “agobio”. En primer lugar para programar el ritmo de aprendizaje con una herramienta y entorno al que no están acostumbrados, y en segundo para enseñar a los alumnos a gestionarse en el nuevo entorno y usar adecuadamente las herramientas con cosas como no convertir el tablón de dudas de Google Classroom en un Whatsapp de amigos.