GEORGE BUSH Y EL MUNDO
George W. Bush experimentó una terrible nueva realidad como cualquier otro americano. En ese momento el creó una doctrina: o está con nosotros o es terrorista. El 11 de septiembre fue el día más horroroso en la historia estadounidense ya que se vió la tragedia en directo .
La doctrina de Bush ha colaborado a reestablecer relaciones con poderes como China, Rusia e India y ha logrado aislar Irak, Irán y Corea del Norte como “ejes del demonio” dándole a USA legitimidad para atacar.
La pregunta es quién está del lado de USA y aunque en apariencia se trata de todas las naciones civilizadas pero a pesar de ello hay muchas naciones especialemente en Europa que muestran cierto recelo ante el poder ilimitado que ostenta esa nación.
Pero sin embargo para instituciones como el G-7, la OTAN y la World Trade Organization (WTO) son el nexo de uni! ón entre estos países y la motivación es el deseo de seguridad que beneficia a la economía global.
Pero si Bush busca posicionarse como líder de la guerra, falla en reconocer que la seguridad estadounidense es vulnerable. El 11 de septiembre mostró 2 realidades paradójicas: la fragilidad y el poder de USA.
A pesar de su seguridad, la imágen que el presidente envía al mundo es la contraria. Y mientras tanto en Medio Oriente sigue “frenado” el tema Israelí-Palestina además de la resolución del conflicto entre India y Pakistan y esta vacilación fue un regalo para
al Qaeda, que entrenó militares islámicos para pelear en Kashmir lo cual contribuye enormemente a desestabilizar Pakistán.
Hoy el mensaje más claro de Washington parece ser la dictadura pero los verdaderos líderes no funcionan de esa forma.
USA necesitará una importante campaña diplomática para convencer a sus aliados de una campaña que sólo la beneficia.
Pero para saber dónde la! administración Bush está yendo, es necesario saber de dónde viene y hay que comenzar entendiendo que sus políticas siguen siendo populares con el común de los americanos por lo cual, si el presidente cambia su política deben hacerlo los ciudadanos también y para ello necesitan un nuevo marco de referencia
Fuente: NOVA