Durante la última sesión de entrenamientos libres del Gran Premio de Países Bajos, Logan Sargeant, piloto de Williams, vivió un dramático accidente que sacudió a todos los presentes. En la curva 3, el monoplaza del estadounidense perdió el control, estrellándose contra el muro de protección. El impacto fue tan severo que el vehículo quedó completamente destruido y comenzó a incendiarse en la parte trasera.

Afortunadamente, el piloto de 23 años salió del coche por sus propios medios sin sufrir heridas. El incidente ocurrió en una pista mojada, lo que complicó aún más el control del monoplaza. Este accidente pone en evidencia las difíciles condiciones en las que se encontraba la pista durante el entrenamiento.

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El equipo de Williams, tras el siniestro, trabaja contrarreloj para reparar el monoplaza y permitir que Sargeant participe en la carrera del domingo. En un comunicado oficial, la escudería indicó: “Estamos evaluando el chasis y parece que está en condiciones aceptables. Sin embargo, la magnitud del trabajo que queda por hacer es considerable. Haremos todo lo posible para tener el auto listo para la clasificación”.

El accidente de Sargeant no solo ha generado preocupación por el estado del vehículo, sino que también ha resaltado los desafíos a los que se enfrenta el joven piloto en su última temporada antes de ser reemplazado por Carlos Sainz el próximo año. La escudería y el piloto esperan que el trabajo de reparación sea suficiente para recuperar el tiempo perdido y estar listos para el próximo desafío en la pista.