El dictador venezolano Nicolás Maduro contra Milei por su mensaje del 12 de octubre
Un enfrentamiento verbal entre los mandatarios de Argentina y Venezuela ha puesto de manifiesto las profundas diferencias en la interpretación histórica del 12 de octubre en América Latina. El detonante de esta controversia fue un mensaje publicado en las redes sociales de la Casa Rosada argentina, conmemorando el “Día de la Raza” y la llegada de Cristóbal Colón al continente americano.
El presidente argentino, Javier Milei, a través de los canales oficiales, presentó la fecha como una celebración, resaltando la importancia histórica del viaje de Colón. Esta postura, que recupera una visión tradicional del evento, provocó una inmediata y contundente reacción del mandatario venezolano, Nicolás Maduro.
Desde Caracas, en el marco de las celebraciones del Día de la Resistencia Indígena, Maduro lanzó una serie de acusaciones contra su homólogo argentino. El líder bolivariano calificó la postura de Milei como una “negación total de la historia”, llegando incluso a acusarlo de ser “cómplice del genocidio” por conmemorar lo que, según su perspectiva, representa la invasión y masacre de los pueblos originarios de América.
“No hay nada que celebrar. Fue una invasión, un genocidio”, declaró Maduro, rechazando categóricamente la idea de festividad asociada a esta fecha. El mandatario venezolano argumentó que la visión promovida por el gobierno argentino busca “imponer un relato falso del pasado para justificar su proyecto fascista en el presente”.
Este intercambio de declaraciones ha puesto de relieve el choque de visiones históricas que persiste en América Latina. Mientras en Argentina se elogia el “hito histórico” que representó la llegada de Colón, en Venezuela, bajo el liderazgo de Maduro, el 12 de octubre es considerado como el inicio de una tragedia para los pueblos originarios.
“Nosotros existíamos antes de que Colón llegara. Ellos no vinieron a civilizarnos, vinieron a exterminarnos”, afirmó Maduro, subrayando su rechazo total a las celebraciones del “Día de la Raza” y reafirmando su compromiso con la reivindicación de la memoria indígena.
Este enfrentamiento dialéctico entre los mandatarios no solo refleja diferencias ideológicas, sino también distintas aproximaciones a la construcción de la identidad nacional y regional. Mientras Milei parece inclinarse por una visión que destaca la herencia hispánica, Maduro insiste en la necesidad de reconocer y valorar las raíces indígenas pre-colombinas.
La polémica ha reavivado debates históricos y culturales en toda la región, poniendo de manifiesto la complejidad de interpretar eventos históricos que han moldeado la identidad latinoamericana. Asimismo, este episodio podría tener implicaciones en las relaciones diplomáticas entre ambos países, en un momento de por sí tenso en el panorama político regional.
A medida que la controversia se desarrolla, queda por ver cómo otros líderes y naciones de América Latina se posicionarán frente a estas interpretaciones divergentes de un evento histórico que continúa generando debate y reflexión sobre la identidad y el pasado del continente.
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