CARTA
31/03/05: CARTA DE UN VETERANO A LOS ARGENTINOS
En general se identifica a los Veteranos de Guerra de Malvinas, como un grupo de personas que padecen un trauma producto de su experiencia, sin embargo, todos los años transcurridos desde la guerra nos demuestran que el verdadero trauma es el que la propia sociedad experimenta respecto de aquella gesta.
Si un trauma es aquello que queda marcado en la personalidad, pero por su gravedad no se puede representar en palabras o en imágenes, no somos nosotros las víctimas del trauma, sino una sociedad que recurrentemente omite, evade o distorsiona una problemática de la cual ineludiblemente forma parte.
¿Qué es lo más traumático para nosotros?
¿El hecho de haber participado en una Guerra sostenidos en nuestras convicciones patrióticas más profundas o la indolencia social respecto de esa lucha, o aún peor, hacia la convicción que aún conservamos?
En este sentido, no somos víctimas del trauma de la guerra, sino de una sociedad incapaz de asumir sus responsabilidades republicanas y consiguientemente de reconocer el valor de aquellos ciudadanos que han ofrendado sus vidas, real o simbólicamente, por un proyecto de País libre, igualitario y soberano.
Acaso también para nosotros mismos sea importante recordar que no fuimos a la batalla solamente a recuperar metros cuadrados de tierra, sino que en esencia, nuestra lucha es por los valores de una República de ciudadanos libres, sin privilegios e identificados con el destino de sus compatriotas.
En resumen, fuimos ejemplares soldados en el campo de batalla, pero principalmente fuimos, somos y seremos un grupo de ciudadanos comprometidos activamente en la construcción de una República justa y soberana.
Si entendemos a la soberanía de este modo amplio, como la defensa de los derechos que hacen justa a una comunidad, sabremos que la guerra por la soberanía territorial terminó el 14 de Junio de 1982, pero, la lucha por una República Soberana de compatriotas capaces de comprometerse con el proyecto de país, se presenta hoy más vigente que nunca.
No se es plenamente ciudadano pagando impuestos periódicamente y votando cada dos años.
Una ciudadanía plena implica la defensa de los principios republicanos de igualdad, justicia y libertad, como lo hicimos en el campo de batalla y lo seguimos haciendo en estos 23 años de pos guerra, con las herramientas necesarias acordes a cada circunstancia.
Los 649 muertos en combate testimonian que la contienda bélica terminó en el campo de batalla, pero, los 450 muertos en la pos guerra, cerifican que la lucha en la defensa de los principios fundamentales y fundacionales de nuestro país, sigue siendo el compromiso y la responsabilidad que nos moviliza al punto de continuar ofrendando vidas en pos de sostener tales principios.
No somos víctimas de nada, no mendigamos ni la compasión colectiva, ni los favores de ningún gobierno.
Somos ciudadanos plenos con la autoridad que nos confiere haber combatido y continuar luchando por la soberanía, tanto territorial como republicana; y como tales no queremos privilegios ni concesiones, sino el reconocimiento de los Derechos que constitucionalmente nos corresponden.
Derechos y Políticas de Estado acordes a los principios que hemos defendido y que se encuentran muy lejos de ser puestos en práctica por el poder político, para todos y cada uno de los ciudadanos de esta República.
Jorge Tedesco (VGM)
DNI: 14.932.426
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