Abril trae alzas en servicios y combustibles que golpean los bolsillos

El nuevo mes se presenta como un desafío económico para los ciudadanos, quienes deberán afrontar incrementos en múltiples servicios y productos. Entre los golpes más significativos se encuentran los aumentos en la medicina prepaga, que registrarán su cuarto ajuste consecutivo por encima del 15%. Este panorama se suma a la incertidumbre en torno a las tarifas de luz y agua, que podrían experimentar importantes alzas en los próximos días.

A pesar de las expectativas de alcanzar una inflación de un solo dígito, los indicadores apuntan en dirección opuesta. La escalada de precios afecta especialmente a rubros sensibles como la salud, donde el costo de las prepagas se ha vuelto una preocupación constante para los usuarios. Este contexto desafiante se ve agravado por los ajustes previstos en los combustibles, cuya repercusión en la economía cotidiana es innegable.

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La incertidumbre también se cierne sobre el transporte público, donde se espera un incremento en las tarifas para quienes no posean la tarjeta SUBE. Esta medida impactará directamente en el bolsillo de los usuarios, quienes verán aumentar el costo de sus desplazamientos diarios en colectivos y trenes. A pesar de las promesas de diferenciación tarifaria, el alza en los precios del transporte representa un nuevo desafío para los sectores más vulnerables de la población.

El panorama no es menos desalentador para otros sectores, como el de las empleadas domésticas, cuyos salarios enfrentan un nuevo ajuste del 15%. Esta situación refleja la constante presión inflacionaria que afecta a todos los ámbitos laborales, dificultando aún más la estabilidad financiera de quienes dependen de estos ingresos.

En el ámbito de los servicios básicos, el aumento en las tarifas de gas y agua amenaza con impactar significativamente en el presupuesto de los hogares. Las proyecciones indican incrementos que podrían superar el 200%, lo que representa un duro golpe para los bolsillos ya golpeados por la inflación.

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Además, el sector de los alquileres no queda exento de esta dinámica, con ajustes anuales que se aplicarán de manera retroactiva, agregando presión a los inquilinos en un contexto económico ya complicado.

Finalmente, el aumento en el precio de los combustibles, previsto para después del fin de semana largo de Pascuas, añade más presión a los bolsillos de los argentinos. Este ajuste se suma a la serie de incrementos en el Impuesto a los Combustibles Líquidos, que buscan compensar la falta de avances en el Congreso en materia de retenciones.

En resumen, abril se presenta como un mes de desafíos económicos, donde los aumentos en servicios y combustibles amenazan con agravar aún más la situación financiera de los ciudadanos.