A CASI DOS AÑOS DEL 11DE SETIEMBRE NO HAY RASTROS DE BIN LADEN
El ataque contra el corazón del poder económico y militar estadounidense, inauguró una crisis que desparramó odio y sangre. Además, provocó un desequilibrio económico en USA y sumergió al país (y porqué no al mundo) en un clima de hostilidad y profunda desconfianza.
Mientras que el alcalde de la Nueva York, Rudy Giuliani, aseguraba: “Éste es, sin duda, uno de los hechos más odiosos de la historia humana”, los 110 pisos de las Torres Gemelas desaparecían para transformarse en escombros, ceniza y humo.
El presidente George W. Bush se encontraba en una escuela de Florida, cuando le susurraron la noticia al oído. Inmediatamente, grabó un discurso en el que prometió que los responsables del ataque serían capturados y castigados.
El paladín de la justicia, luego le atribuyó la catástrofe del Word Trade Center a un ¿pequeño? grupo de fanáticos terroristas.
Los culpables fueron los miembros de Al Qaeda, un grupo cuya misión consiste en oponerse a los gobiernos no-islámicos a través de todos los medios, incluso por la fuerza y el terror.
Uno de los principales objetivos de la organización es expulsar a las fuerzas estadounidenses de Arabia Saudita, una tierra que el grupo considera sagrada. En 1998 se fusionó con la Yihad Islámica de Egipto, ampliando todavía más las posibilidades organizativas de su líder, Osama Bin Laden.
Los organismos de inteligencia de USA aseguran que al-Qaeda planeó y llevó a cabo los ataques del 11 de septiembre de 2001. Afirman que el plan fue ejecutado por uno de los más estrechos colaboradores de Bin Laden, al que todavía no se ha identificado.
Su enfrentamiento con Washington y su historial en el mundo árabe han hecho que sea visto como un héroe por muchos en el Islam y sea uno de los hombres más temidos y buscados en Occidente. Su poder se basa en su fortuna personal, adquirida a través de los negocios en el campo de la construcción. Proveniente de una familia yemení, Bin Laden nació en Arabia Saudita, país donde vivió hasta 1979, cuando partió hacia Afganistán para combatir la invasión soviética a ese país.
Lo cierto es que a fines de los `80, cuando George W. Bush dirigía la Harken Energy Company, una pequeña sociedad petrolera tejana, el líder republicano se llevó una fortuna tras la firma del contrato de la concesión petrolera del emirato de Bahrein.
El dinero era la retribución de una comisión sobre las ventas realizadas por el presidente Bush padre en el Kuwait. La operación implicaba diversos intermediarios, en la cual se encontraba Salem Ben Laden, hermano mayor de Osama Ben Laden y accionario de la Harken Energy.
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Los negociados quedaron en el pasado o fueron sepultados bajo los nuevos contratos para reconstruir Irak, tras la acción bélica que destruyó al país y se cobró la vida de incontables civiles y soldados en menos de tres meses.
# Segundo Aniversario
La Casa Blanca anunció que el presidente de USA tendrá un perfil mucho más bajo respecto al primer aniversario de la tragedia cuando se movilizó en pocas horas a los tres lugares blancos de los atentados: el Pentágono, Ground Zero y un bosque en Pennsylvania, donde asistió a una serie de ceremonias.
Esta vez será el vicepresidente, Dick Cheney, quien participará el 11 de septiembre de una ceremonia en Ground Zero mientras que el secretario del Interior, Gale Norton, lo hará a su vez en un recordatorio en Pennsylvania.
En el Pentágono el secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, encabezará una misa religiosa.
Bush decretó el próximo 11 de septiembre un “día de recordatorio nacional” invitando a los estadounidense a la reflexión, al recuerdo y a la plegaria.
