¿Qué santos se celebran hoy 3 de julio?
En el calendario católico, el 3 de julio es un día de especial significado, ya que se honra a varios santos y mártires cuyas vidas y legados han dejado una profunda huella en la historia de la Iglesia. Entre ellos se encuentra Santo Tomás el Apóstol, cuya figura destaca como el principal protagonista de este día.
Santo Tomás el Apóstol, también conocido como “Dídimo” o “El Gemelo”, fue uno de los doce apóstoles de Jesús. Su mayor reconocimiento se deriva de su duda inicial sobre la resurrección de Cristo y su encuentro posterior con el Señor, donde exclamó: “¡Señor mío y Dios mío!” (Juan 20:28). Santo Tomás es venerado por su fe y su contribución en la difusión del Evangelio en diferentes regiones, llegando incluso hasta la India, donde se le atribuye la fundación de comunidades cristianas.
Además de Santo Tomás, el 3 de julio también conmemoramos a otros santos que merecen ser recordados:
San Heliodoro, obispo de Altino en el siglo IV, es venerado como mártir. Su testimonio de fe y su valentía en defensa de la verdad cristiana dejaron una huella indeleble en la historia. Se le atribuyen numerosos milagros y se le invoca especialmente para la curación de enfermedades de la vista.
San Anatolio de Laodicea fue obispo de Laodicea en el siglo III. Se destacó por su firmeza en la fe y su defensa contra las herejías que amenazaban la unidad de la Iglesia. Se le considera mártir y se le atribuyen también diversos milagros que confirman su santidad.
San Leo II fue el papa número 80 de la Iglesia católica, quien desempeñó su pontificado desde el año 682 hasta su muerte en el año 683. Durante su breve pero influyente papado, se dedicó a promover la fe católica y defenderla contra las herejías y las tensiones políticas de la época. Su liderazgo inspiró a muchos y dejó un legado de fidelidad y servicio a la Iglesia.
En este día, la Iglesia y los fieles alrededor del mundo se unen en oración y devoción para honrar la memoria de estos santos ejemplares. Su testimonio de vida nos enseña la importancia de la fe, la valentía y la dedicación en nuestra relación con Dios y con nuestros semejantes.
