Verdad y justicia: a un año del crimen de Fernando Baez Sosa
Fernando Báez Sosa fue asesinado salvajemente a golpes en la madrugada del 18 de enero de 2020, cuando tomaba un helado luego de ser sacado del boliche “Le Brique” por patovicas, tras tener un encontronazo con un grupo de rugbiers que minutos después le provocaron la muerte.
¿Cómo fue el ataque, qué roles tuvieron los rugbiers y quiénes permanecen aún detenidos?
Fernando Báez Sosa llegó a Villa Gesell junto a sus amigos el 16 de enero, y planeaba quedarse allí unos días, para luego encontrarse con su novia Julieta.
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El 17 de enero por la noche el grupo llegó al boliche “Le Brique”, que como todas las noches estaba desbordado de jóvenes.
En esas circunstancias, los amigos tuvieron un roce con un grupo de rugbiers que se encontraba dentro del lugar, quienes tras un intercambio de palabras los invitaron a pelear.
Antes que las cosas pasen a mayores, los patovicas del lugar separaron a los grupos y los retiraron por sitios diferentes. Los rugbiers se resistieron y casi terminan a los golpes con el personal de seguridad.
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Separados, Fernando y un par de amigos decidieron quedarse enfrente del boliche tomando un helado, para esperar al resto. Pero a los pocos minutos, según consta en la causa, los rugbiers Enzo Comelli y Ciro Pertossi atacaron a Báez Sosa por la espalda y a partir de allí comenzaron a golpearlo repetidamente, mientras que el resto del grupo contenía a los amigos de la víctima para que no pudieran intervenir.
Al menos 8 de los 10 rugbiers que se encontraban en el lugar golpearon a Fernando hasta dejarlo inconsciente y luego le propiciaron patadas en la cabeza: una de ellas fue letal, según las pericias.
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Según la hipótesis de la fiscal, los rugbiers trabajaron “en equipo” y se dividieron las tareas para atacar a Fernando. Incluso uno de ellos, Lucas Pertossi, filmó parte del ataque: se sospecha que, como había ocurrido en otros casos, lo hizo para subirlo a las redes.
Según las pericias, Fernando murió en el lugar en el acto, tras recibir patadas en la cabeza. Los rugbiers se alejaron del lugar, volvieron al departamento que alquilaban, se cambiaron y fueron a un local de comidas rápidas. Cerca de las 11, luego de seguirlos a través de las cámaras y gracias al testimonio de vecinos, la policía detuvo a los 10 jóvenes.
Los acusados (y los que no lo fueron)
El principal apuntado en la causa como presunto autor de la patada mortal es Máximo Thomsen: fue filmado golpeando a la víctima y el estudio scopométrico reveló que la impronta de su zapatilla estaba en la cara de la víctima.
Ciro Pertossi fue uno de los que inició el ataque a Fernando, y aparece en la grabación de su primo Lucas golpeando a Fernando. El otro que comenzó el ataque por la espalda fue Enzo Comelli, a quien luego se lo ve golpeando a los compañeros de Fernando.
Blas Cinalli también aparece en los vídeos golpeando a un amigo de Fernando, pero luego una pericia demostró que también le pegó a Báez Sosa.
Otros acusados como partícipes del crimen son Matías Benicelli, Luciano y Lucas Pertossi, Ayrton Viollaz..
Finalmente, Juan Pedro Guarino y Alejo Milanessi fueron sobreseídos de la causa, al no poder ser ubicados en la escena del crimen como partícipes activos. A Guarino los videos lo muestran de brazos cruzados, viendo cómo sus amigos golpeaban a Fernando. Milanessi no fue reconocido en la rueda de reconocimiento y tampoco fue ubicado en la escena del crimen.
En tanto, también se señaló a un “rugbier 11” en el ataque, un menor de edad que estaba con su familia en Gesell y fue al boliche con el resto. Si bien se lo ve caminando junto al grupo tras la pelea y hay fotos con el grupo esa misma madrugada, no hay pruebas que lo muestren tomando un rol activo en la pelea.
También hubo un falso acusado: al momento de ser detenido, los rugbiers intentaron vincular a Pablo Ventura, un joven de Zárate que practica remo, a quien estos jóvenes “tenían de punto” y lo acusaban en cada pelea que tuvieran.
Si bien al principio la Justicia investigó un posible rol en el caso, finalmente pudo demostrarse que Ventura estaba en Zárate -cenó junto a sus padres en un restaurante local- y nunca viajó a Gesell.
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