Máximo reclama la liberación de Cristina y advierte al peronismo: sin identidad no hay futuro

Máximo Kirchner volvió a escena en el Encuentro Federal de Derechos Humanos realizado en la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA. Frente a una sala colmada, planteó un mensaje que mezcló autocrítica partidaria, revisión histórica y el insistente pedido por la libertad de Cristina Fernández de Kirchner, a la que vinculó con la noción de libertad popular como eje narrativo. Su intervención, lejos de los actos masivos, buscó reposicionar su voz en un momento que el peronismo vive como de reinvención obligada.

Puede Interesarte:
Los F-16 ya están en suelo argentino y el cielo vuelve a tener guardianes
El diputado sostuvo que el movimiento transita una etapa decisiva, no solo electoral sino conceptual. Reconoció que la amplitud discursiva, con la que se intentó abarcar a todo el universo social, terminó por diluir el sentido de pertenencia. “Cuando queremos hablarle a todos, corremos el riesgo de no hablarle a nadie”, advirtió, en un diagnóstico que admitió distancias internas, fisuras estratégicas y un desgaste acumulado en el vínculo con la sociedad.
En el tramo más político de su discurso, insistió en la liberación de Cristina Fernández de Kirchner, ubicando su situación judicial dentro de lo que definió como un proceso de disciplinamiento del sistema de poder. La comparó con episodios que mencionó como pruebas de impunidad estructural, y remarcó que el reclamo no se agota en la dirigente sino que implica la recuperación de derechos colectivos. Su frase “la libertad de Cristina es la libertad de nuestro pueblo” buscó sintetizar esa equivalencia simbólica.

Puede Interesarte:
La Corte ya habló y los vecinos vuelven a la calle: segunda convocatoria por el agua en Mercedes
Kirchner defendió los años de gestión de Néstor y Cristina, a los que describió como la etapa más expansiva en actividad económica desde el inicio del siglo. Esa evocación no se limitó al recuento estadístico, sino que intentó reinstalar a la exmandataria como centro ordenador de la identidad kirchnerista, aún en un escenario de fragmentación. “Lo que genera su sola presencia es debate, discusión y participación”, sostuvo, dejando implícito que la figura de Cristina conserva una potencia política que incomoda tanto a oficialistas como a opositores.
Hacia el cierre, se detuvo en su interpretación del rol que atribuye a las fuerzas de derecha en la historia reciente, señalando que el adversario no es improvisado ni accidental, sino calculado y persistente. Lo hizo con un tono más confrontativo, al que sumó referencias a la represión estatal del pasado y al endeudamiento como herramientas de control social. Sin embargo, evitó extender ese tramo más allá de lo necesario, concentrándose en recuperar la pregunta central que marcó toda la jornada: quién habla hoy en nombre del peronismo y para qué proyecto.

Tu apoyo hace la diferencia
Si valorás nuestro trabajo, sumate a quienes apoyan el periodismo independiente.
Tu aporte nos permite seguir informando con compromiso y rigor.
Tu apoyo hace la diferencia
Si valorás nuestro trabajo, sumate a quienes apoyan el periodismo independiente.
Tu aporte nos permite seguir informando con compromiso y rigor.
Seguinos y no te pierdas de nada











