SIMPLEMENTE UNA MUJER: STELLA MARIS BOJORGE
En esta nota no hablaremos de la historia más oscura que sin dudas le tocó vivir a Stella como a los miles de desaparecidos, que como ella, fueron víctimas de la historia más dolorosa que vivió el paìs desde 1976 hasta la recuperación de la democracia.
Mercedes Ya pudo dialogar con los familiares de Stella, comprendiendo el dolor que sin dudas ha recrudecido más por estas horas. Ella estaba desaparecida y su cuerpo fue hallado días atrás y recibirán sepultura en el cementerio local.
Queremos agradecer enormemente a sus familiares más directos por la disposición para esta nota, que nos dejaran acceder al menos a los recuerdos más lindos que todos guardan de Stella.
Faltan pocos días para que se conmemore el día de la mujer.
Cuando llegan estas fechas tan especiales y significativas, se trata de buscar ejemplos en personas conocidas, para reflejar sus historias y de esta manera, marcar un referente a tal o cual fecha.
Sin duda a veces en el afán de retratar algo que sobresalga de la realidad, nos perdemos de las cosas más importantes de la vida, que son las más pequeñas y las que paradójicamente nos engrandecen como personas.
En los últimos días el nombre de Stella Maris se ha visto reflejado en innumerables medios por el tema ya para todos conocido, su familia desea comenzar a hacer su duelo en paz después de treinta años de sufrimiento e incertidumbre y lo respetamos profundamente. Es por ello que a pocos días de la conmemoración de este día de la mujer, elegimos recordar a Stella de otro modo, del que seguramente ella hubiera deseado que la recordaran, como una persona, como una mujer simple y sensible que se preocupó siempre por los demás y desde niña no podía comprender las desigualdades entre la gente.
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Una anécdota que refleja su solidaridad.
Un día Stella estaba en la puerta de su casa, tenía 8 ó 9 años, cuando otra niña pasó por ahí, y ella se percató de que caminaba por la calle descalza, la llamó, se quitó sus zapatos y se los dio. Al regresar al interior de su casa, su mamá preguntó qué hacía sin su calzado, ella dijo que le había regalado sus zapatos a una niña que estaba descalza, su madre la reprendió, y su respuesta fue: si yo tengo dos pares ¿porqué ella tiene que estar descalza?. Así era de generosa desde pequeña, valores estos tan importantes, y que hoy parece no tenemos en cuenta.
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La mejor compañera.
Durante la época de estudios, supo ser una alumna brillante que se destacaba por su aplicación, pero este era un tema que no le preocupaba demasiado, lo que sí tomaba muy en serio, era la relación con sus compañeros, el poder estar dispuesta a ayudar en cualquier cosa que se necesitara. Este proceder ante la vida, hizo que fuese elegida como mejor compañera, algo que Stella valoró mucho más que la nota más sobresaliente.
Esta forma de ser con los demás, su personalidad afable, sus sueños, la llevaron a ser, simplemente una mujer, esa que hoy deseamos recordar, la que vivió en una familia llena de amor, caminó muchas veces las calles de esta ciudad, esa que amó la libertad y defendió sus ideales hasta el final.
Quizás si Jhon Lennon la hubiese conocido, le habría dicho al oído “… Imagina que no hay posesiones, me maravillo si puedes, ninguna necesidad por codicia o hambre, una hermandad del hombre, imagina toda la gente compartiendo todo el mundo. Puedes decir que soy un soñador, pero no soy el único, espero que algún día te unas a nosotros y el mundo será uno…”.
Quizás el sueño de Stella se pareció mucho al de Jhon, y nunca claudicó en él. Por eso hoy decidimos recordarla como fue, en las pequeñas grandes cosas, hija, hermana, amiga, estudiante, sensible, soñadora, luchadora inclaudicable
Simplemente…una mujer.
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