Para reafirmar el castigo que significa ser en la Argentina afiliado al Pami, los servicios de farmacia de la obra social del sector pasivo volvieron a ser suspendidos. A mediados de semana el presidente del Colegio de Farmacéuticos de nuestra ciudad, Carlos Milhomme, confirmaba la medida a través de los medios locales, y aclaraba que se trataba de una medida surgida en el ámbito nacional.
La industria farmacéutica y el Instituto de Servicios Sociales para Jubilados y Pensionados, habían comenzado una instancia de negociación y rubricaron un convenio por el término de sesenta días. En ese lapso debía resolverse la prórroga del anterior acuerdo, o fijar nuevas pautas para la prestación del servicio. Sin embargo los dos meses corrieron rápidamente sin que se arribara a un entendimiento y en el medio de esta situación quedan miles de abuelos sin su cobertura. Es la segunda vez en el año que esto sucede, y en la anterior oportunidad la ausencia de atención de las farmacias hacia el Pami, se extendió por largos meses. En aquel entonces la obra social le requería a los jubilados y pensionados, que se acerquen a la agencia para gestionar el reintegro de los aportes que deberían haber evitado de pagar. Pero todavía algunos afiliados ni siquiera recibieron su reembolso.
Milhomme lamentaba lo sucedido aunque aclaraba que la ausencia de un convenio, que es igual a decir la falta de pautas claras para la atención, hacen que deba suspenderse la prestación brindada por el sector, que ha tenido gestos al respecto, solo con promesas de por medio.

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Sin pagos

A principios del mes de julio, el propio presidente del Colegio, Carlos Milhomme, confirmaba el reestablecimiento del servicio de medicamentos para afiliados del Pami. Esto sucedía sin que el Instituto haya saldado sus cuentas con el sector. El período de saldos deudores había comenzado en agosto de 2001 y se había extendido hasta los primeros meses del año en curso. Como demostración de un claro compromiso, los farmacéuticos decidieron confiar en un nuevo compromiso asumido por el Pami, que solo se cumplió en un cincuenta por ciento. No obstante, este no ha sido el principal motivo del corte actual, sino la carencia de condiciones o pautas contractuales entre prestador y obra social.
Milhomme confirmaba que ambas partes intentaban llegar al consenso buscado, por cuanto habían iniciado conversaciones hace un par de semanas. Algunos puntos eran los conflictivos, y entre ellos figuraba el de los medicamentos genéricos, a partir de la sanción de la nueva ley