Liliana Herrero se presenta en Mercedes
En Rosario conoció a Fito Páez y fue justamente este músico quien la convenció de que dejara la docencia para dedicarse a cantar, y le produjo su primer disco, en 1987. Este álbum, “de folklore supermoderno”, como lo definieron, fue también el debut de Páez como productor.
Para 1989, Fito le dejó más libertad en la creación de su segundo álbum, aunque le dio los toques finales, el maquillaje.
"Yo no hago fusión entre el folklore y el rock” -aclara Liliana- “Lo que yo hago es el choque entre las culturas. Esas culturas se entienden o se confrontan entre sí, pero no se fusionan” (Humor 254, octubre de 1989).
Finalmente, una compañía discográfica importante se interesó en ella y le editó el tercer disco: “Isla del tesoro” (1993), proyecto para el cual contó con invitados como Fito Páez, Ricardo Mollo, Claudia Puyó, Rubén Goldin y Beto Satragni, entre otros.
En 1995 fue premiada con el Konex como una de las mejores cinco intérpretes de la década (compartiendo la nominación con Mercedes Sosa, Suna Rocha, Ramona Galarza y Suma Paz) y fue la representante argentina en el Foro de Organizaciones No Gubernamentales desarrollado durante la Conferencia Internacional de la Mujer, realizada en Beijing.
En 1999, es elegida Mejor Cantante Femenina del año por la Revista ROLLING STONE.
En 2000, es elegida Miembro Invitado del Consejo Argentino de la Música dependiente de la UNESCO. Título otorgado “a las personalidades más relevantes del país que dedican su labor a la música con total entrega, talento, calidad y seriedad”.
En 2001, es nominada en el rubro Mejor Grupo de Folclore para los Premios Gardel por el disco “Leguizamón-Castilla. por Juan Falú y Liliana Herrero”. En este mismo año obtiene el Primer Premio del Concurso de Ensayos 2001 organizado por el Honorable Senado de la Nación con el tema “La Música Argentina y su aporte a la identidad Nacional”.
En el año 2004 recibió el premio Gardel en el rubro Folklore “Nuevas Formas” por su último trabajo discográfico Confesión del viento.
Dueña de una voz maravillosa, Liliana Herrero propone una nueva forma de interpretación de la música argentina y con su exquisito fraseo logra exponer su áspera y particular voz, que trasciende fronteras estilísticas para adueñarse de su propio territorio musical.
Litoral
El disco “Litoral” parte de la geografía y se cobija en la memoria. Las canciones que contiene, los ritmos que recoge y las poesías que lo alcanzan han sido cantadas infinidad de veces, han dejado su rastro vivo en las voces colectivas. El disco vuelve a ellas, las interroga y las devuelve una vez más a tiempo presente. Así, se muestra como una galería de temas que han traducido la presencia poética de dos grandes ríos -el Uruguay y el Paraná- en la vida y en la historia de los habitantes de la región. Pero también propone a la región como un caudal de voces y músicas que siempre es necesario reponer en el tiempo.
Para hacer su disco, Liliana Herrero -que preparó este proyecto junto al enorme guitarrista Diego Rolón- convocó a numerosos músicos de Argentina, Brasil y Uruguay, pensando que una obra de esta índole precisaba de presencias amistosas que en sus nombres y trayectorias, estuvieran ligadas a las actividades musicales de la región y de alguna manera la representaran. Entre ellos están presentes Rubén Rada, Fito Páez, Fernando Cabrera, Arismar do Espírito Santo, Raúl Barboza, Hugo y Osvaldo Fattoruso.
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