Greenpeace protestó en el obelisco
Los ecologistas ubicaron casi medio centenar de camas de hospital en el Obelisco y se acostaron en ellas, Manifestantes de la organización ambientalista Greenpeace rodearon esta mañana el Obelisco con casi medio centenar de camas de hospital y se acostaron en ellas, simulando ser enfermos de cáncer, en protesta por la quema de residuos patógenos de hospitales, en plantas incineradoras que, según denunciaron, contaminan el aire con sustancias cancerígenas. Unos cuarenta militantes de la asociación ecológica se acostaron en la plaza de la República, con máscaras de oxígeno, donde colocaron un gran cartel con la imagen de una enfermera pidiendo silencio y la leyenda “Incinerar nos enferma de cáncer”. La organización presentó un informe en el que expone que “el 82 por ciento de los hospitales municipales de la ciudad de Buenos Aires quema sus residuos en plantas incineradoras que contaminan el ambiente con sustancias cancerígenas”.En ese marco, Greenpeace reclamó al jefe de Gobierno, Aníbal Ibarra, que impulse el proyecto de ley para prohibir la incineración de residuos patogénicos en la ciudad, ya que, según el informe publicado por los ambientalistas, está internacionalmente aceptado que la quema de desechos emite al medio ambiente sustancias cancerígenas como las dioxinas. “La paradoja es que son los propios residuos de los hospitales los que provocan nuevos problemas de salud en la población”, manifestó la bióloga Verónica Odriozola, coordinadora de la campaña de Tóxicos de Greenpeace Argentina. Según explicó la especialista, “las dioxinas son compuestos producidos involuntariamente que persisten por períodos prolongados en el medio ambiente sin degradarse, acumulándose en los tejidos de los organismos vivos. Las concentraciones de dioxinas aumentan en los animales que se encuentran en los eslabones superiores de las cadenas alimentarias”. La preocupación sobre los problemas creados por las dioxinas en el ambiente y la salud humana llevaron a que en mayo de 2001, Argentina y otros 90 países firmaran el Convenio de Estocolmo, donde se comprometen a eliminarlas. “Este es el momento para que por fin el gobierno porteño cumpla con el compromiso asumido por el país en Estocolmo y adopte caminos alternativos para el tratamiento de los residuos hospitalarios”, expresó Odriozola. ”Existen alternativas para solucionar el problema de los residuos hospitalarios que requieren de políticas integrales que permitan mejorar las prácticas dentro del hospital, segregando mejor los residuos potencialmente infecciosos y luego esterilizándolos con tecnologías como el autoclave o las microondas que liberen a la basura de gérmenes patógenos”, indicó la especialista.
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