¿VUELVEN LOS CARAPINTADAS?

...porque no es lo mismo detener a un oficial en actividad que a uno retirado. Por menos que la detención de Crinigan, Aldo Rico y Enrique Venturino iniciaron la Operación Dignidad, en la Semana Santa de 1987.

Hasta ahora sólo se sabía que Leopoldo Fortunato Galtieri se presentó voluntariamente y quedó detenido por orden del juez federal Claudio Bonadío, quien lo indagará por la desaparición de una veintena de militantes de la organización Montoneros, en 1980..

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Galtieri nunca fue condenado por violaciones a los derechos humanos, a pesar de que, apenas Roberto Eduardo Viola se logró sacar de encima a Díaz Bessone, comandó el II Cuerpo del Ejército, con sede en Rosario, provincia de Santa Fe, en cuya jurisdicción se produjeron cientos de desapariciones de guerrilleros, simpatizantes y activistas políticos, durante la represión..

La investigación de Bonadío ocurre en un momento en el que hay versiones de cambios en el Ministerio de Defensa (en la UCR pronostican inminente renuncia de Horacio Jaunarena), y cuando el teniente general Ricardo Brinzoni reclama suplementos presupuestarios, no sólo al Ejecutivo Nacional sino cada vez que se encuentra con el senador nacional Eduardo Menem, algo que ocurre muy seguido..

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A esto se le suma la orden de detención, contra 42 militares, incluyendo también al ex jefe del I Cuerpo de Ejército, Guillermo Carlos Suárez Mason, Pajarito. Suárez Mason ya estaba detenido con prisión domiciliaria (tiene más de 70 años) en la causa donde se investiga el plan sistemático de apropiación de hijos de desaparecidos.

Bonadío es uno de los magistrados que decretó la inconstitucionalidad de las leyes de Obediencia Debida y Punto Final.

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Galtieri se presentó en instalaciones del Regimiento Granaderos a Caballo, en Palermo, y detrás de él se presentó el general Jorge Olivera Rovere.

En igual situación quedó el ex jefe del Batallón 601 de Inteligencia, Alberto Tepedino y otro responsable de esa repartición, Julio César Bellene.

También aparecen el ex jefe de la Policía Federal, Raimundo Ojeda; y el ex jefe de la Zona 4, el general Cristino Nicolaides, quien cumple arresto domiciliario en Córdoba.

Otros detenidos: el general Juan Ramón Mabragaña, ex jefe del Regimiento de Infantería N° 5 de Paso de los Libres; y el segundo a cargo de esa repartición, un militar de apellido Simón. También Enrique José del Pino, del Grupo de Tareas N° 2 de Campo de Mayo, un militar de apellido Gualco, Santiago Hoya y José Luis Arias Duval, del Batallón 601 de Inteligencia.

También un ex integrante del Servicio Penitenciario Federal, Juan Carlos Avena, quien hasta 1988 se desempeñó como Director de la Cárcel de Esquel. Entre los pedidos de captura figura también Oscar Raymundo Izzi, un cabo de la Policía Federal.

También fueron detenidos los mayores de apellido Granada, Marino y Pereiro..