Una vergüenza, no aprendemos más
Siempre hay que pedir conciencia ciudadana sobre el cuidado del ambiente y por sobre todo el respeto a los vecinos y los trabajadores que se encargan de la recolección domiciliaria. Pero así estamos catalogados: irrespetuosos. Todos en la misma bolsa por culpa de vecinos que no les importa el derecho del otro. Lamentable.
Este es uno de los tantos contenedores de la ciudad, que a diario se observan de esta forma.
Esta es una historia que no tiene fin, así pareciera ser cuando vemos imágenes como la que ilustran esta nota, donde desde Servicios Públicos del municipio, tiene que salir a pedirle a los vecinos que tomen conciencia del uso correcto de los contenedores de basura, que tienen un fin específico.
Pero bueno, el mercedino es irrespetuoso. Carga escombros, maderas, ramas, electrodomésticos en desuso en su auto y sale cual clandestino en la noche, a arrojarlos donde mejor le quede: o lejos de su casa. O un basural o en una zanja; donde sea. Y no aprendemos más. Y es en plural, porque por culpa de los irrespetuosos, todos caemos en la misma bolsa. El mercedino no quiere aprender a convivir con este tipo de reglas. No ayuda al medio ambiente y quienes lo hacen, se ríen de los derechos de los demás.
Desde servicios públicos, por milésima vez, solicitan a los vecinos y vecinas de nuestra ciudad que no arrojen escombros, restos de poda, ni ningún objeto contundente a los contenedores debido a que son destinados únicamente a residuos domiciliarios.
Los camiones no están preparados para recolectar material con ese volumen y peso, esto entorpece y atrasa el sistema de recolección debido a que deben ser vaciados manualmente. Hay que tomar conciencia, y colaborar para mantener la ciudad limpia.
