Con la llegada de marzo, muchos propietarios de vehículos en la provincia de Buenos Aires se enfrentan a aumentos significativos en el impuesto de patentes. La implementación de la nueva Ley Impositiva por parte del gobierno de Axel Kicillof ha generado un impacto notable en los bolsillos de los conductores, con incrementos que pueden superar el 280% en algunos casos.

La nueva escala del impuesto automotor establece aumentos considerables para la mayoría de los propietarios. Por ejemplo, los vehículos valuados entre $6.510.001 y $18.000.000 experimentan un aumento máximo del 200%, mientras que aquellos que superan este último valor no tienen un límite establecido en el incremento.

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Además, la eliminación del descuento del 20% para los contribuyentes que pagaban en término y de forma digital agrava la situación. Esto significa que incluso quienes cumplían con sus obligaciones fiscales enfrentan aumentos de entre un 75% y un 90%.

Este panorama no solo afecta a los conductores particulares, sino también a las pequeñas empresas relacionadas con la compra y venta de automóviles. Las agencias que operan con autos usados y multimarcas se ven especialmente perjudicadas, ya que el aumento de las patentes afecta su capital de trabajo y reduce sus márgenes de ganancia.

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La situación se agrava aún más para las agencias que tienen vehículos en stock durante períodos prolongados, ya que el pago de patentes representa una pérdida significativa de ganancias. Esta realidad genera preocupación en el sector, ya que implica una reducción de los márgenes de ganancia y la necesidad de actualizar los salarios de los empleados.