Silva y Honda una vez más dueños de General Roca...

Es un padre ejemplar, condujo a todos los competidores como a sus hijos y a éstos últimos les dedicó el triunfo “para Valentino que hoy cumple tres años y a Juan Bautista que nació el viernes”, el gurrumín trajo el pan bajo el brazo, un deleite que el “pato” no recordaba desde marzo del 2003 aquí en General Roca en donde selló su última victoria.
El Gran Premio Coronación de TC2000 se vivió de manera especial en un circuito histórico para la especialidad. En el Alto Valle en donde nacieron mitos y glorias, y en el cual el fuego es un sello histórico de General Roca. En esta última, el fuego también estuvo presente, por un principio de incendio en el Chevrolet Astra de Mariano Altuna que tras ser protagonista de la primera mitad de la carrera junto a Juan Manuel Silva y Gabriel Furlan debió abandonar.
El trío de punta peleó al comienzo de la carrera cada posición con maniobras antológicas y también, por cierto, arriesgadas, pero así son estos hombres del TC2000 que hacen de cada competencia una fecha inolvidable. Furlan con su manejo agerrido que lo carateriza y Silva con sus recaudos “viejo mañero” lo titularía el hombre del Toyota Corolla Nº8. Pero comprensible, es que no es tarea fácil controlar todo a poco del final tras esperar treinta y nueve carreras para subir a lo más alto del podio. Fue una lucha japonesa entre Honda y Toyota en la cual solo faltó la escenografía oriental.
A lo largo de la competencia detrás de Silva y Furlán los protagonistas fueron varios entre ellos Martín Basso y Gabriel Ponce de León que supieron de limites propios y ajenos, y así marcharon cuidando todo del resto del pelotón que los buscó durante la primera mitad de la competencia. Uno de los protagonistas de dicha lucha fue Guillermo Ortelli (EF Racing) -que tras cumplír una sanción por boxes abandonó por la rotura del radiador de agua de su Peugeot 307-. Como dato estadístico se recordará el ingreso del Auto de Seguridad en el cuarto giro para retirar el Ford Focus de Julio Infante, que rápidamente fue removido para dar continuidad a la vorágine de la competencia.
Con Silva consagrado como “rey de Roca” y Furlan junto a Basso como escoltas de lujo, los puestos puntuables los completaron Ponce de León, Crispín Beitia, Emiliano Spataro (tercero en el campeonato y mejor piloto privado), Diego Aventin (subcampeón detrás de su compañero Ponce de León), Carlos Okulovich (Chevrolet Elaion), Leandro Carducci (Sportteam) y Esteban Tuero, nuevamente demostrando su gran potencial como piloto tras largar trigésimo primero.
Con este cierre de lujo del Campeonato 2005, en el cual no faltaron emociones, sobrepasos, maniobras arriesgadas y el fuego sagrado de TC2000, solo falta esperar hasta el venidero torneo que comenzará el 26 de Febrero de 2006 en el Autódromo Oscar Alfredo Gálvez de Buenos Aires en el cual la especialidad buscará una vez lo mejor para lograr la paridad y emoción que tras 26 años no se han perdido.

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