La ruta de las promesas incumplidas: 40 años esperando la autopista de la ruta 5

En el oeste bonaerense, existe una obra que compite en longevidad con la construcción de la Basílica de Luján. Si bien esta última requirió 48 años para su finalización, desde 1887 hasta 1935, la autopista Luján-Mercedes se perfila como un proyecto que podría alcanzar un récord similar de demoras y postergaciones.
La historia comenzó en marzo de 1985, cuando el gobierno nacional presidido por Raúl Alfonsín incorporó en su presupuesto el financiamiento para iniciar la construcción de esta vital conexión vial. El anuncio surgió tras intensas gestiones realizadas durante el año anterior, que involucraron a diversos organismos de Vialidad Nacional y al Ministerio de Obras y Servicios Públicos.

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La década de 1990 marcó un nuevo capítulo cuando la Ruta 5 fue concesionada a la empresa Nuevas Rutas. La firma prometió construir no solo el tramo Luján-Mercedes, sino también extender la autopista hacia Suipacha y Chivilcoy. Para financiar estas obras, se instalaron peajes en Olivera, 9 de Julio y Trenque Lauquen que siguen ahí luego de mas de 30 años.
En 1998, el entonces presidente Carlos Menem participó en la colocación de la piedra fundamental, mientras Juan Chediack, presidente de Nuevas Rutas, anunciaba el inminente inicio de las obras. Sin embargo, los trabajos no avanzaron según lo previsto, y la empresa argumentó insuficiente recaudación. Para 2003, la concesión pasó a manos de Univía.

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Un avance significativo se produjo en 2006, durante la presidencia de Néstor Kirchner, con la inauguración del tramo Jáuregui-Olivera. En ese momento, el Ministerio de Planificación Federal anunció nuevas licitaciones y comprometió la extensión hasta Chivilcoy. Paralelamente, se alcanzó un acuerdo con la Universidad Nacional de Luján para el paso de la traza por su predio, aunque el puente carretero prometido quedó inconcluso.
Durante el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, en 2008, se relanzó el proyecto como autovía Luján-Carlos Casares, con una inversión proyectada de 1.030 millones de pesos de aquel entonces (unos 300 millones de dolares). Se establecieron plazos que, nuevamente, no se cumplieron.

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En 2019, durante la presidencia de Mauricio Macri, se concretó una mejora significativa con la construcción del enlace con el Acceso Oeste, beneficiando a más de 20.000 usuarios. Esta obra incluyó la instalación de 5.500 metros de defensas metálicas y 1.000 metros de separadores de hormigón, optimizando la conexión entre Luján, Mercedes y San Andrés de Giles.
Durante el Gobierno de Alberto Fernández, en 2022 se consiguió un crédito del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) para reiniciar las obras, pero esto nunca sucedió pese a los repetidos anuncios de su entonces ministro de Obras Públicas, Gabriel Katopodis, actual ministro del mismo area en la provincia de Buenos Aires.
En 2025, pese a la política de restricción en obra pública del gobierno de Javier Milei, las obras se reactivaron en el tramo Mercedes-Suipacha, mediante el crédito internacional gestionado durante la administración de Alberto Fernández.
Recientemente, más de veinte intendentes bonaerenses, encabezados por Leo Boto de Luján y acompañados por el ministro provincial Gabriel Katopodis, manifestaron su preocupación por el estado actual de las rutas nacionales, reclamando al gobierno nacional por el mantenimiento de esta infraestructura vital para la región. Cuando comenzó el proyecto original de la autopista 5, estos intendentes tenían alrededor de 10 años de edad; hoy ya son personas entradas en años, como muchos de nosotros.


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