Desafíos y esperanzas en la lucha contra el dengue: La vacuna como aliada frente a una crisis inminente

El dengue, un virus transmitido por el mosquito aedes aegypti, ha arraigado sus garras en Argentina, evidenciando la presencia alarmante de tres de sus serotipos. Marta Cohen, patóloga pediátrica, desde su residencia en el Reino Unido, alerta sobre el incremento exponencial de casos en comparación con años anteriores. Enfatiza que la región, salvo la Patagonia, se ve sobrepasada por una crisis sanitaria que tiene como telón de fondo el cambio climático.

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La vacuna desarrollada por el laboratorio japonés Takeda, aprobada en 2023, se erige como un bastión en la lucha contra el dengue. A pesar de su eficacia, el Gobierno nacional aún no la considera para su inclusión en el calendario de vacunación. Cohen destaca que esta vacuna, diferente a las anteriores, puede administrarse tanto a individuos previamente infectados como a aquellos sin historial de la enfermedad, ofreciendo una cobertura crucial contra los serotipos 1 y 2, predominantes en Argentina.

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La inmunidad conferida por la vacuna, aunque progresivamente decreciente en los individuos previamente infectados, sigue siendo efectiva contra formas graves de la enfermedad. Sin embargo, Cohen insiste en la importancia de completar el esquema de vacunación para obtener la máxima protección, destacando que la segunda dosis es fundamental para alcanzar una inmunidad óptima.

No obstante, existen personas para quienes la vacunación está contraindicada, como aquellos con inmunodeficiencia, mujeres embarazadas o en período de lactancia. Para estos grupos, la vacuna podría representar un riesgo mayor al potencial beneficio, dada su naturaleza de virus atenuado.

En medio de este escenario, se destacan medidas preventivas clave para mitigar la propagación del dengue. Desde el uso de repelentes hasta la eliminación de criaderos de mosquitos, estas acciones son fundamentales para proteger a la población de esta enfermedad devastadora.