Como si los dioses del Olimpo hubieran intercedido específicamente para la ocasión, Zeus y Eolo pausaron momentáneamente su despliegue de inclemencias climáticas durante la noche de ayer, permitiendo que Mercedes viviera intensamente la segunda jornada de su tradicional carnaval. El respiro otorgado por estas deidades mitológicas resultó providencial, considerando que las condiciones meteorológicas adversas han azotado la zona durante los últimos siete días y, según los pronósticos, continuarán manifestándose por al menos cinco jornadas más.

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El corso mercedino se desarrolló con gran entusiasmo, transformando la Avenida 29 en un vibrante escenario multicolor donde comparsas y murgas desplegaron todo su arte. Las agrupaciones carnavalescas desfilaron con sus elaborados trajes, deslumbrando a los presentes con sus coreografías ensayadas durante meses y sus ritmos contagiosos que invitaban a bailar incluso a los más reticentes.

La música característica del carnaval inundó el ambiente mientras los artistas desplegaban sus destrezas ante un público que, agradecido por la tregua climática, se volcó masivamente a las calles para disfrutar del espectáculo. Los tambores y otros instrumentos típicos marcaron el ritmo festivo de una celebración que forma parte esencial de la identidad cultural de Mercedes.

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Esta pausa en las inclemencias del tiempo, casi como un guiño divino de Zeus, señor de los cielos, y Eolo, regente de los vientos, permitió que la tradición continuara su curso, manteniendo vivo el espíritu festivo que caracteriza a esta época del año en la localidad, a pesar de las adversidades meteorológicas que han predominado y que, según se anticipa, volverán a imponerse en los próximos días.