PAGARAN LOS PATACONES CON MAS PATACONES
La provincia de Buenos Aires rescatará los patacones Serie A que vencen el próximo 25 de julio con patacones serie B a cinco años de plazo. La medida afectará no sólo el pago del capital de la deuda, sino también los intereses. En buen criollo: cada tenedor de las letras de la primera serie podrán retirar por ventanilla del Banco Provincia ciento siete patacones Serie B por cada cien de la primera versión de la submoneda.
El procedimiento, que podría ser cuestionado jurídicamente por cualquier tenedor, fue autorizado el 30 de noviembre pasado por la Legislatura, a través de la ley 12.791. Por esa norma se modificó la emergencia económica y el parlamento dejó en manos del Ejecutivo determinar el mecanismo a través del cual sería rescatada la primera serie de letras.
Dentro de los plazo legales, el Ejecutivo ya decidió, según confirmó a Hoy una fuente inobjetable del Gobierno, prorrogar la vigencia de la primitiva serie de patacones más allá del 25 de julio y abonar a los que devuelvan los bonos a la Provincia con más títulos públicos. La postergación del vencimiento apunta por lo menos a dos frentes:
l Por un lado, evitar una avalancha de devoluciones a fin del mes próximo. Ese fenómeno podría producirse desde el mismo momento en que el Gobierno no acepte más patacones A para el pago de impuestos. Y la presión vendedora provocaría una depreciación de la submoneda.
l En segunda instancia, busca postergar lo más posible la impresión de nuevas letras de baja denominación, que cuestan lo mismo que los billetes de más valor nominal: alrededor de 23 centavos, según estimó el gobernador Felipe Solá.
La otra decisión del Gobierno -rescatar títulos públicos con vencimiento próximo con bonos a mediano plazo- está avalada por ley 12.791. “Autorízase al Poder Ejecutivo -dice la norma- a ampliar la emisión de Letras de Tesorería para la Cancelación de Obligaciones, Patacón 2, previstas en el artículo 14 de la Ley 12.774, al sólo efecto de reemplazar las Letras de Tesorería para la Cancelación de Obligaciones, Patacón, con vencimiento el 25 de julio de 2002, que sean rescatadas por el procedimiento previsto en el artículo 13 de la Ley 12.727, o por otros procedimientos que el Poder Ejecutivo considere conveniente, en la medida en que se respeten los derechos de los tenedores de Patacones”.
En el artículo segundo, agrega: “La emisión autorizada en el artículo anterior se efectivizará previa destrucción o inutilización efectiva de las Letras de Tesorería para la Cancelación de Obligaciones, Patacón, rescatadas, que vayan a ser reemplazadas por Patacón 2”. De esta manera, el patacón Serie A no dejará de tener valor el 26 de julio (¿valdrán 1,07?) y será reemplazado de manera paulatina por la segunda serie.
La decisión del Gobierno ya dio lugar al rescate parte de los 660 millones originales a través de la percepción de impuestos. Algunas de esas letras fueron sacadas de circulación, pero otras volvieron a la calle por urgencia del Ejecutivo o requerimientos de liquidez de parte del Bapro. Lo más visible de esa reinyección fue el ingreso al sistema de algunos “pataconcitos” de 50 centavos.
El reemplazo de la primera serie por la segunda apunta a reducir costos fiscales forzado la letra original. Sucede que la ley 12.727, que decretó la emergencia económica a mediados de 2001, daba una definición muy ambigua sobre el mecanismo de rescate: “Las letras de tesorería para la cancelación de obligaciones provinciales pagarán el siete por ciento de su valor nominal el 25 de julio de 2001”, decía. “Las letras de tesorería -agregaba- serán nominadas en pesos”.
Todo daba a entender que el Estado bonaerense abonaría en moneda nacional el rescate de los patacones, lo mismo que la decisión del ex gobernador Carlos Ruckauf de ofrecer a los tenedores de bonos la posibilidad de realizar un plazo fijo en el Bapro a cambio de un interés adicional del 5 por ciento. No obstante, entre los puntos no acordados en el último pacto fiscal figura el mecanismo de rescate de las letras.
El pacto fiscal
La decisión del Gobierno bonaerense de sacar de circulación títulos de vencimiento próximo a través de una inyección de bonos a más largo plazo se hará efectiva semanas después de haber acordado nuevas pautas fiscales con el Gobierno nacional.
El compromiso firmado el miércoles pasado contempla una pauta anual de financiamiento de 3 mil millones de pesos: 1.500 millones para cubrir el déficit; 500 millones para abonar a proveedores y 950 millones en amortizaciones de deuda pública. De esa suma, unos 800 millones de pesos serán aportados por el Gobierno nacional.
El plan tendrá una vigencia trimestral a partir del 1º de julio: cada 90 días se sabrá si hay o no incumplimientos, y si esos desvíos justifican renegociar los términos.
La principal ventaja de los patacones, aquello que a los ojos de las empresas los hace preferible a otros bonos provinciales, es que pueden usarse para pagar impuestos administrados por la DGI. Y aunque el pacto habla de extender la aceptación mientras haya “disciplina” fiscal, todavía quedó pendiente establecer las condiciones particulares. Si el Presidente no fuera el ex gobernador Eduardo Duhalde, este podría ser un elemento de presión hacia la administración bonaerense.
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La letra chica
del pacto
El ministro de Economía, Gerardo Otero, brindaría esta semana informes en el Senado sobre el acuerdo fiscal firmado con la Nación. Otero tomaría parte de un reunión ampliada de la comisión de presupuesto para responder a múltiples pedidos de informes presentados por la oposición. El encuentro servirá para que el Ministro explique las nuevas metas fiscales, el desempeño del Go-bierno en materia de ingresos y el mecanismo de rescate de los patacones Serie A. Podría plantearse la necesidad de ratificar legislativamente el acuerdo complementario firmado con las autoridades nacionales
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