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Mirta y Maradona: un sólo corazón

La aparición de un relato en el Weblog De Una Mujer Gorda despertó la atención de las radios nacionales • Hernán Casciari, su autor, fue reporteado telefónicamente en Mitre y Continental • Se populariza la literatura de ficción mercedina.

Por Cristian Falabella
Mirta y Maradona: un sólo corazón

Diego fue homenajeado por la Bertotti.

Los medios radiofónicos nacionales le dieron en estos días aire al mercedino autor de Weblog De Una Mujer Gorda (WDUMG), tras la difusión, en el sitio de Internet que creó el actualmente radicado en España, de un texto publicado originalmente el miércoles 21 de abril y que siguió en portada al menos hasta hoy domingo, llamado “Vivir para contarlo” y en el que Mirta Bertotti (primera voz personal de una novela familiar ideada en un nuevo formato digital por Hernán Casciari) le habla a Diego Maradona, un “negrito que jugaba a la pelota mejor que nadie, y que era capaz de levantar a un pueblo triste y volverlo loco de alegría, de hacerlo feliz incluso en las épocas más negras”, deseando que se mejore de salud. Ari Paluch, Mario Pergolini, Víctor Hugo Morales y Lalo Mir no dudaron en destacar y leer en sus programas de radio el conmovedor texto. Los dos últimos periodistas reportearon al autor, que aprovechó para reflexionar en su nuevo blog, Orsai, sobre ambos hechos con las pruebas del caso al alcance, convirtiendo al sitio también en un medio oral para la ocasión, con la posibilidad de escuchar en formato digital las grabaciones y vivir la experiencia comunicacional de una manera integral, ya que hasta se entrecruzan allí sentimientos y emociones de su familia real junto a los de la de la ficción.

Este acercamiento a los medios orales que terminaría en un filosofar de escritor de Casciari ante los resultados de escucharse hablar a sí mismo en ambos reportajes, y posibilitaría que todo un universo nuevo de lectores llegue a su obra (los comments y las visitas del weblog se multiplicaron exponencialmente), parece hasta haber sido planeado por su autor en el mismo descubrimiento de las tecnologías de la comunicación que está experimentando: en el mismo texto valorizado por los medios se incluía un archivo de audio con la grabación del segundo gol de Diego a los ingleses, relatado por un Víctor Hugo emocionado.

“Vos no sos santo de mi devoción, ya te lo dije mil veces; siempre me caíste para el culo porque sos un fanfarrón y un bocasucia. El Zacarías me dice que si me gustara el fútbol sería otra cosa, que vos adentro de la cancha eras algo que no tenía nombre, una cosa de otro mundo, que en tus mejores épocas eras capaz de enloquecer las leyes de la física y bla bla bla. Pero por ese lado a mí nadie me compra. Yo soy una señora, no entiendo y no quiero entender de pelotas y pantaloncitos cortos”, dice Mirta en una parte de la carta a Diego Maradona, que puede leerse en WDUMG.
Con respecto a los reportajes a Casciari, los mismos pueden revivirse en la web. El primero, de Lalo Mir en el programa “Lalo Bla Bla”, que se emite por AM Mitre, demuestra a un Casciari verborrágico y tecnicista, que explica al detalle el trabajo que se hace en el weblog, dos aspectos de los que después se lamentaría ante sus lectores y hasta terminaría pidiendo perdón (a través de un artículo) al propio Lalo Mir, con quien bromeó de igual a igual desde un principio y a quien se impuso en largo en cantidad de tiempo hablado. “Aquí me tienen: desnudo, estúpido, desubicado e incoherente. No conocía a nadie (antes de mí) que tuviese el cerebro tan vacío como para no dejar hablar a Lalo Mir, ídolo de multitudes; a nadie tan idiota como para interrumpirlo y no dejarle hacer su magnífico trabajo. Pido perdón a él y a todos; mi castigo –como corresponde– es el escarnio público”, reflexionaría luego sobre el archivo de 7.42 minutos.

En el medio del reportaje con Lalo, Casciari explicaría lo que es un weblog y confesaría que Mujer Gorda es “una ironía donde una señora gorda de las que llamaba Landrú, de clase media de un pueblo de la provincia de Buenos Aires, hace una página web con historias de su familia... que van fluctuando sandrinescamente entre el humor y lo sentimental”, y que él escribe “de lunes a viernes todo el tiempo, como una serie”, coincidiendo con Lalo de que estos textos como los de Mirta (que ya habían conocido la fama y la amplia difusión con uno anterior referido al mate) “van mutando en internet”.

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“Toda esta familia vive en Mercedes, mi ciudad natal y todo empezó como un homenaje al barrio, a mi vieja”, contó Casciari luego, explicando que no vive de esto sino que gana sus dineros trabajando en un periódico económico digital en Barcelona.

En la previa de River

Los homenajes a Maradona siguen en los medios, que reflejan cómo la gente en Argentina (y también en distintas partes del mundo) espera angustiada y ruega por la vida del astro del fútbol frente a una clínica de la Ciudad de Buenos Aires en la que su vida pende de un hilo. Y para los programas deportivos este es tema obligado. De los homenajes y expresiones de deseo de estos últimos días en la radio, Mirta Bertotti es parte activa con su carta.

Este último domingo podía leerse que Casciari escribía, a propósito de su creación, en Orsai: “Después de la verborrea del viernes, tuve hace un rato una segunda oportunidad en Radio Continental, con Alejandro Apo, en la previa del partido de River. Como me recomendaron mis amigos, esta vez mientras esperaba la entrada me fumé un cuarto de porro, y puedo jurar que todo fue igual de desastroso. La ventaja es que esta vez no me importó”.

Al artículo lo acompaña una pista de audio que dura 4.05 segundos. Hace la introducción un asistente del programa de radio de Víctor Hugo Morales, como un repaso de la vida de Casciari, y refiere que estuvieron buscando al autor de “esta maravilla que leyó Víctor Hugo el jueves” y lo pone en línea telefónica con Apo, que le pregunta, en comunicación telefónica, en qué se inspiró para escribir el relato y recibe como respuesta “en mi vieja”, citando el creador una frase en la que habla de unos buñuelos de acelga.

Apo consideró muy bueno dialogar con quien era el “periodista y escritor” autor de Mujer Gorda, el sitio desde donde llegó el texto a la radio. “En realidad fue un reenvío”, dijo Apo y Casciari lo reafirmó, publicitando el sitio de donde procede y su contenido. “Es fantástico como lo leyó y a mí me emocionó muchísimo”, dijo luego Casciari sobre la lectura del relator uruguayo Morales, y Apo recordó que Víctor Hugo tuvo “tres o cuatro momentos en los que se notó que se quebraba, pero lo pudo seguir”.

El éxito del Weblog De Una Mujer Gorda, sitio fechado en Mercedes, Buenos Aires, y de su autor –en su lugar de residencia, en España– dan que hablar y que pensar sobre las posibilidades positivas que a la literatura y la comunicación aporta la tecnología. Y cómo es posible barrer con distancias y fronteras que en este caso parecen ser sólo producto del mismo pensamiento.

Fuente: Cristian Falabella

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