“La cifra confirmada de muertos es de 30. Puede haber uno más, pero no tenemos certeza aún mientras dure la investigación. La situación en el penal está controlada”, dijo el ministro de Justicia del distrito, Ricardo Daives, al canal de noticial TN.
Los presos prendieron fuego a colchones para protestar por las condiciones de detención y las llamas se extendieron sin control por el pabellón que los alojaba, dijo a la prensa una fuente de los bomberos de Santiago del Estero, en la región centro-norte del país.
Decenas de familiares, entre ellos esposas y madres de los internos, gritaban y lloraban la madrugada del lunes para reclamar información sobre muertos y heridos, luego de ser extinguido el incendio en el penal, cuya población estable alcanza a unos 500 presos.
“¡Queremos saber quiénes murieron, queremos los nombres!”, gritaban a voz en cuello varias mujeres detrás de un férreo cordón policial en torno al pabellón de varones de la cárcel donde se registró la revuelta, según imágenes de la TV.
La reacción del ministerio provincial de Justicia fue suministrar la madrugada del lunes una lista de víctimas, en la ciudad situada a unos 800 Km al noroeste de Buenos Aires.
El juez Ramón Tarchini, a cargo de la causa, se constituyó en el interior del presidio para dirigir la identificación de cadáveres e iniciar una investigación preliminar, dijo una fuente del juzgado.
El ministro Daives admitió que “después de la visita normal de familiares, se produjo un intento de fuga, que fue controlado por el Servicio Penitenciario Nacional (SPN)”, pero no pudo precisar aún el motivo de la protesta carcelaria ni ofrecer más detalles.
Todas las víctimas mortales eran reclusos y hay guardiacárceles internados por principio de asfixia, dijo la fuente de los bomberos.
La tensión aún no había cedido la madrugada del lunes, al registrarse “pequeñas escaramuzas” dentro de la cárcel, pero la situación tendía a la tranquilidad, dijo Daives.
Los reclusos y al menos una decena de guardiacárceles quedaron atrapados por el fuego, según una fuente de la policía.
Los heridos, en su mayoría con quemaduras, fueron trasladados al Hospital Municipal de la capital provincial.
El Pabellón donde estalló la revuelta estaba ocupado por “encausados por robo a mano armada, homicidio y otros delitos”, precisó Daives.
Daives dijo que los reclusos tienen habitualmente atención psicológica y de nutricionistas.
El encargado de la Secretaria de Derechos Humanos del Obispado católico de Santiago del Estero, presbítero Sergio Lamberti, ofició de vocero desde una de las murallas del presidio al informar nombres y apellidos de las víctimas con un megáfono.