Manejo de Pasturas para Caballos

La inclusión de pasturas en la Cría de Caballos y su manejo racional ofrece numerosas ventajas que pueden ser apreciadas si miramos al sistema de producción equina en forma holística. Los beneficios pueden ser numerosos tanto para los caballos, sus propietarios y el medio ambiente.

Yegua y su cría pastoreando.

La inclusión de pasturas en la Cría de Caballos y su manejo racional ofrece numerosas ventajas que pueden ser apreciadas si miramos al sistema de producción equina en forma holística. Los beneficios pueden ser numerosos tanto para los caballos, sus propietarios y el medio ambiente. Algunas de estos beneficios pueden ser,
• Reducción de costos por disminución de la cantidad de heno utilizada para una adecuada alimentación.
• Mejor distribución de las deyecciones en el campo, con lo cual el ciclado de nutrientes se ve beneficiado.
• Permite que los caballos se ejerciten naturalmente, condición que mejora la digestión, respiración y el bienestar general del animal.
• Provee oportunidades para la socialización de los caballos, ya que sabemos que el aislamiento es el peor castigo para una especie gregaria como lo son los caballos.
• Reduce el stress y aburrimiento, minimizando vicios.
• Reduce los costos de estabulado y cuida.
• Provee un ambiente estéticamente placentero.
El caballo es por naturaleza un animal de pastoreo con todas las características para el consumo continuo de forraje. El requerimiento alimentario está en el orden del 1.5 a 3 % del peso vivo por día, de Materia Seca. Para una correcta digestión, por lo menos un 70 % de su alimento debería proveer forraje de fibras, el cual puede provenir de pasturas de buena calidad.
Lograr pasturas de alta calidad y mantenerse en la banda de beneficios enunciados implica mantenerse dentro de un círculo virtuoso que contemple el requerimiento de un manejo preciso de las pasturas y de los animales que las pastorean. Pueden manejarse animales de distintas categorías (potrillos de distintas edades, yeguas madres, padrillos y animales en training y animales de distinta condición corporal) y mantener excelentes estados nutricionales con pasturas.
Las mejores pasturas
Ahora a qué nos referimos cuando hablamos de las “mejores pasturas”, en un manejo de precisión las mejores pasturas no son aquellas que suponemos tradicionalmente llevan alfalfa y alguna que otra especie. La mejor pastura es aquella que reúne las condiciones nutritivas para la categoría que lo pastorea acorde al suelo que habita. De acuerdo a esto podemos sectorizar el campo en potreros de acuerdo a su potencialidad, y seleccionar de acuerdo al objetivo de producción (cría, descanso o training) que recurso forrajero corresponde para cada categoría. Las diferentes categorías tienen diferentes requerimientos nutricionales y para ello puede realizarse un manejo donde se superpongan los requerimientos nutricionales (demanda) de cada categoría con la producción de pasto del lote a ofertar (oferta forrajera) constituyendo un manejo balanceado (Balance Forrajero) y permitiendo alcanzar un Manejo Racional de los recursos del establecimiento.
El Desbalance, que generalmente ocurre si todo fue bien planificado (déficit en invierno y exceso en verano) es resuelto mediante la confección de reservas del exceso Primavero-estival y suministrándolo a las categorías que así lo permitan en invierno. Este suministro dependerá de la calidad de la reserva realizada y determinará la necesidad de suplementación para cada categoría.
Las especies que integran las pasturas, como también el porcentaje de producción de verdeos, es una tarea que debe reflejar los requerimientos del suelo, clima y el objetivo de producción. En un establecimiento bien planificado siempre hay un porcentaje de pasturas en implantación, pasturas en mejoramiento, campo natural en mejoramiento, pasturas en pastoreo y/o confección de reservas. La suplementación debe surgir de la diferencia entre el aporte de nutrientes efectuado por las pasturas, considerando la capacidad de ingesta diaria y los requerimientos animales para cada categoría que a veces resulta amplio y difuso por categorías y debe hacerse con registros individuales ya que las distintas razas o las distintas sangres involucradas en un prospecto originan distintas tasas de crecimiento y esto de no ser contemplado origina desbalances en el crecimiento que son detectados demasiados tarde en la madurez, al momento de la doma o ante esfuerzos deportivos realizados en deportes como el polo, el salto o el endurance. Existen distinto tipos de enfermedades y lesiones relacionadas directamente con la dieta recibida por el potrillo incluídas dentro de las enfermedades ortopédicas del desarrollo (E.O.D.).
La elección de las especies, entonces debe seguir de cerca la capacidad de uso de las tierras y el objetivo de producción. La perfecta elección de estas combinaciones determinará la capacidad de carga de los lotes utilizados. Sin embargo es necesario aclarar que no debe descuidarse el conocimiento de efectos tóxicos no esperados en el uso de algunas especies principalmente en Cría.
El elenco de especies existente en el mercado es muy amplio, por el lado de las leguminosas o especies que aportan proteína y Calcio a la dieta, están las alfalfas de distintos grupos de latencia, trébol rojo de distintos ciclos, trébol blanco, Lotus tenuis y L. corniculatus; por el lado de las gramíneas o especies que aportan la fibra están Cebadilla criolla, Pasto Ovillo, Agropiro y Raygrass, son algunas de ellas. Más grande es todavía la cantidad de cultivares disponibles en el mercado para cada especie, seleccionados para distintos tipos de uso y complementariedad. Las especies mencionadas tienen su óptimo de crecimiento en distintos ambientes y por esto la combinación perfecta surge de conocer los ritmos de crecimiento de cada una de ellas y las respuestas de cada una de ellas a los factores del ambiente y al pastoreo equino y su interacción.
Otras características a tener en cuenta, y por cierto no menos importantes son la fecha de siembra el tipo de la cama de siembra, la fecha del primer pastoreo, consideremos como algo no menor el efecto de arrancado que produce en ocasiones el equino, con lo cual el arraigamiento de las plantas es de suma importancia y es producto de una correcta cama de siembra y fecha de siembra. También los controles de malezas y el uso de fertilizantes son de suma importancia. Por un lado el efecto protector y mejorador de las pasturas del desmalezado químico al eliminar la competencia con malezas para las especies forrajeras, tiene una ganancia adicional que es la posibilidad de eliminación de malezas con efectos tóxicos. Por el lado de la fertilización es importante tener en cuenta que crecimientos explosivos de pasturas producidos por fertilizaciones nitrogenadas pueden traer efectos colaterales no deseados en la nutrición del caballo por exceso de proteína y desbalance del resto de nutrientes en la dieta, como fuera mencionado algunos párrafos más arriba (E.O.D).
La cantidad de pasto a ofrecer es por tanto de suma importancia para lo cual es necesario entrenarse en su medición y registro, ya que de ella depende la cantidad de cabezas a introducir en un potrero, su categoría y la duración del pastoreo. Otra característica es el estado fenológico de las plantas, ya que además de modificar su rendimiento en disponibilidad (Kg de Materia Seca, el pasto está constituido por aproximadamente un 70 % de agua) modifican la composición centesimal generando variaciones en el contenido de proteínas, Ca, Mg, Fósforo y otros nutrientes, pudiendo registrar iguales cantidades en peso en distintos momentos pero de diferentes calidades. Por esta razón además de ser importante cuantificar la cantidad de pasto antes de la entrada y salida de los potreros de los caballos, es importante cuantificar la calidad, y la proporción de fracciones florecidas o por florecer que se hallan.
Si el dimensionamiento de las pasturas es el adecuado seguramente algunas áreas del campo serán dejadas para reservas, en forma de fardos, rollos, silaje

Fuente: Elaboración propia