Maduro adelanta la Navidad en Venezuela en medio de una crisis política y social

Durante su programa televisivo “Con Maduro +”, transmitido el lunes por la noche, el líder venezolano sorprendió con la medida: “Es septiembre y ya huele a Navidad. En agradecimiento a ustedes, voy a decretar la Navidad para el 1° de octubre. Arranca la Navidad con paz, felicidad y seguridad”, expresó. El anuncio llega en un contexto marcado por la creciente crisis política y social que atraviesa Venezuela.

El reciente pronunciamiento de la fiscalía, que emitió una orden de captura contra Edmundo González Urrutia, el principal opositor de Maduro en las elecciones presidenciales del 28 de julio, añadió mayor tensión al clima político. González Urrutia, quien fue reconocido como el legítimo ganador de los comicios por varios países, enfrenta cargos por “desobediencia de leyes”, “conspiración”, “usurpación de funciones” y “sabotaje”.

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Maduro defendió la decisión judicial, afirmando que “nadie en este país está por encima de las leyes y las instituciones como ha pretendido el cobarde de Edmundo González Urrutia”. Según el mandatario, el opositor desoyó varias citaciones del Ministerio Público, lo que justificó la orden de detención. Desde la oposición, en cambio, se ha calificado el accionar de la justicia como una maniobra política para silenciar a González Urrutia. La Plataforma Unitaria Democrática (PUD) denunció la “profundización de la persecución política” y expresó su rechazo a la orden de arresto.

En paralelo, Venezuela se vio sacudida por un apagón generalizado que dejó sin electricidad a gran parte del país, incluyendo la capital, Caracas. El gobierno atribuyó el corte a un supuesto “sabotaje”, aunque no se ofrecieron mayores detalles al respecto. Maduro aprovechó la situación para criticar a los medios: “Periodistas tarifados, mercenarios, ya anunciaron 'Venezuela sin luz'. Pero no pudieron, la gente dio una hermosa demostración de confianza en su gobierno bolivariano”, aseguró.

La decisión de adelantar la Navidad ha sido vista por algunos como un intento de desviar la atención de los problemas profundos que enfrenta Venezuela, mientras que otros la ven como un gesto simbólico para mantener el ánimo en medio de la adversidad.