Latinoamérica ora por Juan Pablo II, pide a Dios por su alma

Líderes políticos, religiosos y fieles de todas las edades unieron el viernes a Latinoamérica en una misma oración por la salud del Papa Juan Pablo II, que se deteriora a cada minuto. En Buenos Aires decenas de hombres y mujeres participaban de las misas que se repetían a cada hora.

“Todos estamos pendientes de las horas que está viviendo el Santo Padre, que preocupan a católicos y no católicos, a todo el pueblo argentino”, dijo el secretario de Culto, Guillermo Oliveri.
Oliveri recordó las visitas que hizo Juan Pablo II a la Argentina en 1982 durante la dictadura y la guerra de Malvinas y en 1987, cuando actuó como mediador con Chile por el conflicto por el canal de Beagle “y permitió el encuentro entre los dos pueblos”.
En Río de Janeiro y Salvador se celebraban misas desde el jueves para orar por el Papa. El viernes, cuando se conoció la noticia sobre el empeoramiento de la salud de Juan Pablo II, en Sao Paulo cientos de fieles se congregaron en la catedral para escuchar la misa del cardenal Claudio Hummes.
Brasil es el mayor país católico del mundo: más del 70% de sus 185 millones de habitantes profesa esa religión.
En México, un país predominantemente católico, al que Juan Pablo II visitó en cinco oportunidades durante su papado, centenares de entristecidos mexicanos se congregaron el viernes en la Basílica de Guadalupe donde el cardenal Norberto Rivera ofició una misa especial por el Santo Padre.
El papa canonizó al primer santo indígena de la iglesia católica en esa basílica en 2002.
En Chile, la Iglesia llamó a los fieles a orar por el Papa y ordenó que las puertas de todos los templos permanecieran abiertas. A media mañana, la Catedral de Santiago desbordaba de gente.
“Juan Pablo II ha sido un Papa que ha estado preocupado por el destino de los países y en el caso particular de Chile, jugó un rol muy importante en la recuperación de la democracia”, dijo la precandidata presidencial Michelle Bachelet.
Los pueblos centroamericanos también se unieron en una plegaria por el guía de la Iglesia.
“Los jefes de Estado y gobierno del sistema de integración centroamericana, profundamente consternados por el delicado estado de salud de Su Santidad Juan Pablo II, líder de la humanidad, interpretando el sentir de nuestros pueblos al que nos unimos, expresamos nuestro anhelo por su pronta mejoría”, dijeron en un documento.
En Guatemala, Nicargua, Costa Rica, Panamá y El Salvador, obreros, profesionales y religiosos acudían a las catedrales para elevar sus oraciones a Dios.
Por su parte, la Iglesia Católica de Bolivia llamó a sus compatriotas a realizar vigilias de oración y a participar de las rogativas por la vida de Juan Pablo II.
En Uruguay, el presidente de la Conferencia Episcopal, monseñor Pablo Galimberti, declaró que la comunidad católica “está muy cerca” del Papa. Uruguay es un país laico y el Estado se separó de la Iglesia Católica.
La cúpula de la Iglesia católica venezolana también instó a la población a orar por el Papa.
“Queremos hacer un llamado a que toda la feligresía venezolana se una en oración”, dijo el Secretario General de la Conferencia Episcopal de Venezuela, monseñor José Luis Azuaje, en declaraciones a la prensa. Juan Pablo II, quien visitó el país en 1985 y 1996, goza de gran simpatía entre los venezolanos.
“Estoy pidiendo a Dios que haga su santa voluntad. Juan Pablo II no se nos puede ir porque él es muy necesario en este momento para el mundo”, dijo Herminia Urrieta, una jubilada de 74 años, visiblemente conmovida, al salir de la Iglesia de San Francisco.
En la noche del jueves, miles de peruanos pernoctaron en la Catedral de Lima y en la Plaza Mayor, frente al templo, para rezar por el Papa mientras sostenían velas encendidas e intercalaban las oraciones con cánticos religiosos.
“Las visitas del Santo Padre fueron un regalo muy grande para los peruanos. Por eso, oremos por él como hijos agradecidos, en estos momentos difíciles de su vida”, dijo el arzobispo de Lima, monseñor Juan Luis Cipriani.
En Quito, la vocera de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana, Miriam Amagua, informó que “los obispos están muy preocupados por la salud del Papa, al igual que toda la gente. Hicieron un llamado a los fieles de todas las jurisdicciones para orar por la salud del Papa”.