LA JUSTICIA ESPAÑOLA CONDEÑO A SCILINGO A 640 AÑOS DE PRISION
La Justicia española condenó hoy al ex marino argentino Adolfo Scilingo a 640 años de cárcel por delitos contra la humanidad cometidos durante la última dictadura militar(1976-1983).
Sin embargo, Scilingo sólo cumplirá una condena de 40 años de cárcel, ya que en España no existe la pena de cadena perpetua ni la de muerte.
La sentencia fue dictada por la Audiencia Nacional española donde fue juzgado el ex militar. El tribunal condenó a Scilingo por haber cometido delitos de lesa humanidad que provocó 30 muertes con alevosía, detención ilegal y torturas.
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La fiscalía española había solicitado 9.138 años, y parte de la acusación particular pidió 6.626 años.
Scilingo, el primer ex represor de la dictadura militar argetina juzgado en su presencia fuera del país, escuchó la sentencia dictada por el tribunal que presidió el juez Fernando García Nicolás sin mostrar ninguna reacción.
El Tribunal lo condenó a 21 años de cárcel por 30 casos de muerte por alevosía, es decir por cada una de las 30 personas arrojadas al mar en los diez vuelos de la muerte en los que participó, mas cinco años por detención y cinco años por tortura.
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El ex marino, de 58 años, estuvo destinado poco más de un año durante la dictadura en la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA), uno de los mayores centros clandestinos de represión y desaparición de personas durante el régimen militar.
Scilingo había llegado a España en octubre de 1997 para confesar ante el juez español Baltasar Garzón su participación en dos vuelos de la muerte, durante los cuales dijo haber arrojado vivos al mar a unos 30 detenidos de la ESMA.
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El ex marino describió el funcionamiento del centro, admitió haber participado en los temidos grupos de tareas y afirmó que en ese campo de concentración funcionaba una sala de partos donde nacían bebés de detenidas que eran robados y entregados a familias de marinos.
Sin embargo, meses después y durante el juicio, Scilingo se retractó de sus declaraciones. En marzo de este año, durante su exposición, Scilingo simuló un desmayo en un intento por no declarar. Meses antes, había realizado en vano una huelga de hambre para suspender el juicio.
“No tengo nada que decir. Nada de lo que yo pueda decir cambiará nada”, declaró el ex marino en su último alegato ante el Tribunal español. En una declaración anterior, Scilingo había reconocido su participación en los crímenes, y dijo que la misma estuvo motivada por el “odio y la venganza”, y que en la ESMA “sólo cumplí con los reglamentos”.
El juicio comenzó en enero y desfilaron ante el Tribunal y por video conferencia 71 testigos.
La sentencia generó una notable expectativa en el Gobierno argentino. Tanto es así que se dispuso que la audiencia sea transmitida en vivo en el microcine de Canal 7, en el barrio de Recoleta.
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