Kirchner acusó a Uruguay de violar el Tratado del Río Uruguay
Al encabezar uno de los actos más importantes desde que llegó a la Casa Rosada, en apoyo a la presentación que hizo ayer Argentina ante el tribunal internacional de La Haya contra las papeleras de Fray Bentos, desautorizó las críticas opositoras que hablaron de “un acto político”. A la estimación de 45 mil personas que dio la policía, voces locales consideraron que esa cifra fue superada por lejos.
Kirchner reunió a todo su gabinete, a 13 gobernadores, a los intendentes de Entre Ríos y de otras provincias y a unas 45 mil personas que con banderas argentinas expresaron su repudio a las plantas de celulosa que levantan en el lado uruguayo las empresas Botnia y Ence con autorización del gobierno oriental.
Kirchner acusó a Uruguay de “violar” el Tratado del Río Uruguay, firmado en 1975, y si bien admitió que la integración regional “nos permite el desarrollo sostenible”, recordó que ésta “debe respetar el derecho de cada uno de los países” que la conforman.
En ese sentido, advirtió al país veicno que no puede reclamar “soberanía” sobre dicho curso hídrico, porque “no es enteramente propio”.
“El río Uruguay -recordó- es un río internacional, y como tal debe ser protegido y preservado, por eso nos dimos un estatuto que debemos respetar ambos países”, enfatizó.
En otro orden, el jefe del Estado llamó al mundo en desarrollo a “interpelar con firmeza” a los países desarrollados por la destrucción del medio ambiente.
Por su parte, el gobernador entrerriano, Jorge Busti, pidió al Ejecutivo uruguayo que “no construya las pasteras” y afirmó que Kircher fue “el primer argentino que reconoció esta lucha” de los ambientalistas.
“Soy testigo presencial de que se agotaron todas las vías de la diplomacia” para resolver el diferendo, enfatizó Busti.
Sigue las noticias de MercedesYA en Whatsapp