Quizá acostumbrados a los debates que se dan entre dos mortales cualquiera, llamémoslos “Walter” y “Carlos” en alguna red social, donde el uno y el otro defienden ideas contrapuestas, aportando ejemplos, presentando razonamientos lógicos, asestándose de vez en cuando algún golpe conceptual que rápidamente es replicado por el oponente con otro concepto, es que el debate entre los tres candidatos a intendente, Juan Ustarroz de Unión por la Patria, Evangelina Cabral de Juntos por el Cambio, y Rafael Velásquez de La Libertad Avanza, resultó inocuo, pero además aburrido.

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La transmisión por Youtube resultó un poco más divertida porque, a un costado, uno podía seguir el chat donde seguidores de las tres fuerzas participaban, efectivamente, de un verdadero debate. Que Juani esto, que Evangelina tal, que Rafael cual, mientras los protagonistas se enredaban en papeles, temas mezclados y lecturas veloces al mejor estilo de las antiguas academias ILVEM.

No fue un debate. Fue apenas una presentación de candidatos que sirvió, si, para poder ver sus lenguajes corporales, para entender un poco más a través de cruces de miradas que piensa el uno del otro, que tan oponentes son o que tan amigos.

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La falta de tiempo, la consecuente velocidad de sus discursos, y los nervios, les jugaron malas pasadas a los tres. A unos más, a otros menos. El furcio más divertido y comentado en las redes sociales ocurrió cuando Evangelina Cabral aseguró que compartía boleta con Néstor Kirchner, en clara alusión a Néstor Grindetti.