El soldado más condecorado de Malvinas vive en la pobreza y no tiene trabajo

Peleó en el monte Dos Hermanas. Detuvo, solo y durante horas, el avance inglés. Salvó a parte de su compañía. Como muchos de los veteranos, vive en el olvido y la indiferencia

La situacion de Poltronieri

Una gran repercusion tuvo la situacion del ex combatiente de Malvinas Oscar I. Poltronieri, con motivo de recordarse el XX aniversario del 2 de Abril. La tapa del diario Clarin lo reflejo rodeado de su esposa y cuatro hijos describiendo su pobreza y desamparo. Al mismo tiempo, Poltronieri, invitado junto a otros ex combatientes de Malvinas al programa de Georgina Barbarrosa declaro -ante la indignacion de la conductora- que la Municipalidad de General Rodriguez lo intimaba por el no pago de 76 cuotas por un valor de total 3040 pesos de su vivienda situada en colectora Sur de la Autopista Gaona; al tiempo que describia sus ingresos a traves de dos subsidios por 300 pesos cada uno provincial y nacional; aunque -siempre segun Poltronieri- cobraba 450 pesos en mano por los descuentos en virtud de un prestamo de 10000 pesos solicitados para refaccionar su vivienda

Su situacion no solo tuvo amplia difusion a traves de los medios nacionales, sino que tambien fue reflejada por el diario Los Angeles Times, en su edicion del 2 de abril, describiendo la angustiosa situacion por la que atraviesan tambien la gran mayoria de los ex combatientes.

Oscar Ismael Poltronieri quien hace veinte años enfrento solo, durante nueve horas, a un batallon de ingleses en el monte Dos Hermanas (“Dispare. Dispare como un loco hasta que no tuve balas para la ametralladora” se desempeño laboralmente hasta 1993 en La Serenisima, en donde presento su renuncia, despues manejo un remis y luego paso a ocuparse del parque del Estado Mayor del Ejercito. Declarado cesante, se dedico a vender calcomonias de Las Malvinas en los trenes.

Todo lo que se refiera a la situacion de Poltronieri es confusa y contradictoria. Ahora y a partir de su heroica participacion en la gesta y su integracion a la vida social.

Durante 1997 era frecuente ver a Poltronieri intentando solucionar la propiedad de su vivienda. “Estoy viviendo en una pieza de cuatro por cuatro y no quiero edificar porque la casa no esta a nombre mio”, asimismo, aguardaba que el H.C.Deliberante gestionara un subsidio de 250 pesos. Al parecer, Poltronieri habria puesto la titularidad de la casa (obtenida a traves del Plan Procasa) a nombre de una concubina (al parecer, Alejandra, a quien presenta como su esposa es la tercer pareja del ex combatiente) de quien se habria separado. El cambio de titularidad pretendido por Poltronieri solo seria efectivo al cumplir el pago total de la vivienda.

La confusion aumenta al saberse que las viviendas del barrio son pequeños y coquetos chalets, no adecuandose a la precaria y pobre vivienda de las fotos. De todos modos, si esa es efectivamente la vivienda de Pro Casa, donde viviria su ex mujer; o si es una nueva, en ninguna pudo apreciarse la inversion de los 10.000 pesos pedidos en prestamo por Poltronieri, nacido en Mercedes y quien a los cuarenta años continua sin saber leer ni escribir: “Solo puedo hacer trabajos en el campo, o de seguridad”

Mas alla del reconocimiento espiritual y economico que jamas seran suficientes, tanto para el como para sus compañeros y mas alla de la dimension en que su actuar se desenvolvio sus tribulaciones no son demasiado diferentes a las que diariamente soportan individuos dedicados a proteger con su vida a sus semejantes, tales como policias y bomberos, y hasta la de los ordinarios particulares victimas de la negligente falta de atencion por parte del Estado y que jamas han tenido reconocimientos y auxilios tan generosos como los ex combatientes.

Su gesta nos conmueve, sensibiliza y, al mismo tiempo, sirve en la conciencia de todo un pais como eterno eco de una realidad que jamas tuvo razon de haber sido. Segregados e ignorados -salvo un dia al año- muchos de ellos -salvo, claro, aquellos incapacitados psiquicamente- se han reintegrado a la sociedad, perfeccionandose intelectualmente. Lamentablemente, muchos, no han sabido -o querido- aprovechar las oportunidades brindadas, acomodandose a una quejumbrosa, voraz y muchas veces comoda asistencia sintiendose discapacitados, desmereciendo de esta manera a sus compañeros

“Tengo dos sueños: darles una casa mejor y volver por un ratito a Malvinas para visitar las tumbas de mis compañeros” señala Poltronieri. Su realidad y sus sueños, son las realidades y sueños de muchos argentinos, el cumplimiento de los derechos y oportunidades para todos, tambien lo son.

Diario Accion, jueves 4 de abril de 2003

Fuente: Diario Acción de Gral Rodriguez